El jefe del gobierno en funciones Mariano Rajoy, y el dirigente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, fracasaron hoy al reunirse con la intención de abordar la formación de gobierno tras las elecciones del 26 de junio.
La cita realizada en el Congreso de los Diputados es consecuencia del intento de Rajoy por formar gobierno tras proponérselo el rey Felipe VI, ya que su Partido Popular (PP) fue el más votado y obtuvo 137 de los 350 escaños del Congreso de los Diputados.
De acuerdo con el sistema parlamentario español, tras los comicios es la cámara la que elige al presidente del gobierno con una mayoría absoluta de 176 diputados (la mitad más uno) o en una segunda oportunidad por mayoría simple de más votos a favor que en contra.
En el actual proceso, Rajoy busca los apoyos en otros partidos para alcanzar esos 176 votos, y decidió pedírselo primero al PSOE (con 85 diputados) al considerar que les unen principios constitucionales, a pesar de que los socialistas fijaron su negativa a apoyarle después de los comicios.
Tras la reunión, Sánchez reiteró su negativa al asegurar que es una decisión tomada por el Comité Federal del PSOE, y que corresponde a la derecha y no a la izquierda la formación de gobierno, por lo que debe buscar los apoyos entre sus afines ideológicos.
En rueda de prensa, enfatizó que el PSOE es la alternativa al PP, y que haber quedado en segundo lugar es porque propone cambiar muchas de las políticas que ha impulsado Rajoy en los últimos cuatro años.
Por su parte, Rajoy aseguró que le propuso una gran coalición a Sánchez, pero que este le negó el apoyo, “se mostró poco perceptivo” a sus argumentos, y que con esa negativa el PSOE sería el responsable de unas terceras elecciones.
“Unas terceras elecciones son malas para los intereses generales de los españoles. Si Sánchez se mantiene en el no, volveremos a repetir elecciones”, aseveró el mandatario en funciones.
Las primeras elecciones se celebraron el 20 de diciembre, y el bloqueo político impidió la formación de gobierno que Sánchez lo intentó en marzo, por lo que se convocaron nuevas elecciones para junio pasado.
Dijo que le informó la necesidad de formar gobierno para afrontar los compromisos económicos que tiene España con la Unión Europea (UE), como la aprobación del Presupuesto de 2017, el límite del gasto público, y que eso no lo puede hacer estando en funciones.
La legislación española reduce las facultades de un gobierno en funciones, al no poder enviar iniciativas de ley al Congreso y tomar otras decisiones ejecutivas.
Rajoy no aclaró si tiene fecha para presentarse a un debate de investidura en la cámara, ya que lo primero es asegurar que puede formar gobierno.
El mandatario se reunirá este miércoles con el dirigente de la centroderecha Ciudadanos, Albert Rivera (que tiene 32 diputados) y quien ha ofrecido abstenerse en una segunda votación de investidura.
El proceso tiene dos meses más para negociaciones a partir de la primera votación de investidura que se registre en el Congreso de los Diputados, y si terminado ese plazo no se forma gobierno se volvería a convocar a nuevas elecciones.
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