Múgica, Michoacán.- Salvador Adame Pardo, aquel hombre que nació el 29 de abril en Apatzingán, allá en uno de los municipios más inseguros del país, en donde grupos criminales se han arraigado en esa zona. Sin embargo, Adame Pardo optó por el camino del periodismo, tomó el camino de informar. Ahora ese camino se convirtió en una línea de investigación tras su secuestro y su posterior asesinato.
Hoy los restos de Adame Pardo son velados en su hogar en el municipio de Múgica. Hoy sus familiares lo recuerdan como un hombre amoroso, bromista, soñador, luchador, pero sobre todo, alguien que siempre vio por los demás antes que por él, alguien que daba todo por su esposa y sus hijos.
Al platicar con Frida Urtiz, la mujer que lo acompañó durante gran parte de su vida y quien le dio la dicha de ser padre de Navidad, Javier y Andrés, nos contó para Contramuro.com cómo recuerda a “Chava” mientras sus ojos se le llenaron de lágrimas. Aseguró que era un esposo amoroso, disciplinado, muy recio, siempre preocupado por sus hijos. “Dentro de la sociedad, él era un hombre valiente, temerario, analítico, crítico con las causas nobles y siempre luchando contra las injusticias de los gobernantes que siempre quieren pisotear los derechos de las personas, muy comprometido con la libertad de expresión y siempre viendo por los demás. Él era un hombre muy querido por las personas de aquí, de Nueva Italia” dijo.
La esposa de Adame Pardo nos invitó a dar un recorrido por su casa. Decidió abrir las puertas del hogar que formó con Salvador y recordarlo tal y como él era. Habló de los logros que obtuvo como periodista y platicó de cómo fueron sus inicios en la comunicación, siendo hasta el año del 2016 que abrió su propio canal 6TV de Nueva Italia, travesía en la que fue acompañado por Frida Urtiz en cada momento, y quien más allá de que fue su esposa, también fue su compañera de trabajo.
Frida Urtiz, mostraba fotos y recuerdos de Adame Pardo mientras los ojos se le llenaban de lágrimas y las palabras se le entrecortaban; una pequeña mueca de sonrisa salía de su rostro, la situación era difícil y recordar todos los momentos que vivieron juntos no es tarea fácil, pero siempre sacan una buena sonrisa.
Por su parte, su padre quien lleva también el nombre de Salvador Adame, visiblemente conmovido, contó que él en muchas ocasiones le aconsejó a su vástago medirse en lo que decía y ante quien lo decía, pues aseguró que su hijo simplemente decía lo que pensaba, publicaba las injusticias en una sociedad tan corrupta y con tanta inseguridad, “ya no se puede hacer eso o te pasa lo que le pasó a Salvador”, comentó.
Don Salvador recordó a Chava como un hijo responsable, trabajador, atento, pero sobre todo como un hombre sin miedo, sin temor, “sin pelos en la lengua”.
Azucena, hermana de Salvador Adame Pardo, recordó que fue un niño muy fantasioso que tenía una mente que volaba mucho, y de pronto hacia cosas que nadie lo imaginaba, “así era mi hermano y siempre lo voy a recordar así”, dijo.
Azucena Adame Pardo, quien es un año mayor que Salvador, con una sonrisa en su rostro, pero un dolor grande en su ser recordó una anécdota de su hermano, “cuando él era niño, mi papá salía mucho de viaje y siempre le encargábamos algo de donde anduviera. En una ocasión entré a una bodega que estaba al lado de la casa en donde vivíamos, ahí estaba él con todos sus amigos, traían un alboroto, y al preguntarle a uno de sus amigos qué era lo que estaba pasando ahí, respondió que Salvador les había dicho que le había encargado a su papá un tráiler lleno de gansitos, pues era su postre favorito, y que lo estaban esperando ahí porque él ya les había afirmado que su papá si traía ese cargamento de gansitos, lo iba a delatar ante todos sus amigos pero él me hizo la seña de que no dijera nada y le obedecí, el tráiler de gansitos nunca llegó”.
La hermana mayor de Salvador señaló que si bien cumplió algunos sueños y objetivos en la vida, también le faltaron muchos, “él tenía muchos sueños y siempre tenía proyectos, siempre estaba viendo que más hacer profesionalmente, que más hacer por sus hijos, ellos eran sumamente importantes para él. Él era papá gallo, pero hasta donde llegó, hasta donde le permitieron llegar, sí cumplió con sus objetivos”.
Así fue Salvador Adame, ahora todos lo recuerdan con frases que él hiciera famosas en espacios televisivos de su propio canal. “Lo que hoy es noticia mañana será historia”, “más mezcla maistro”, “yo no soy la nota” y “una mancha más al tigre”, frases que sin lugar a dudas lo inmortalizarán para siempre.