Pérdida del apetito, náuseas, sabor metálico, poco del sentido del gusto… Los efectos secundarios de algunos tratamientos contra el cáncer, a menudo afectan a la alimentación de los pacientes. Es un problema importante, ya que estar bien nutrido y alimentado es importantísimo para luchar contra la enfermedad.
Por eso desde el Instituto Catalán de Oncología (ICO) y la Fundación Alicia han elaborado una serie de guías para dar consejos básicos a los enfermos. Repasamos algunas pautas con Lorena Arribas, nutricionista-dietista de la Unidad Funcional de Nutrición Clínica del ICO.
Uno de los pilares básicos para luchar contra la enfermedad es la alimentación
Falsos mitos sobre alimentos negativos para los pacientes de cáncer
El equipo de nutricionistas del ICO se encuentra con enfermos que tienen muy arraigadas falsas creencias sobre efectos negativos de algunos alimentos, leyendas contra las que es necesario luchar. Un buen ejemplo es el mito de los lácteos, con muy mala prensa entre los pacientes.
Para contrarrestarlo se recomienda a los enfermos de cáncer tomar hasta dos raciones al día. “Los lácteos tienen un aporte de vitaminas y nutrientes que no tienen otros alimentos. Es importante que la dieta sea variada. No hay ninguna evidencia científica de que en caso de sufrir cáncer, deban eliminarse”, cuenta Lorena Arribas a Comer.
Los expertos recomiendan a los enfermos de cáncer tomar hasta dos raciones de lácteos al día
Hay más ejemplos. “Muchos pacientes no toman azúcar porque creen que aumenta el tamaño del tumor, y esto es totalmente falso”. Además, apunta esta nutricionista a Comer, “hay algunas funciones del organismo, como las del cerebro, que necesitan azúcar para funcionar”.
Otro falso mito es el del agua del grifo, según el cual no sería recomendable en caso de sufrir cáncer por su contenido en flúor o cloro. En cambio, según el ICO, “se puede destinar al consumo humano sin ningún miedo. Si se consume agua del grifo de forma habitual, se puede seguir haciendo de manera segura durante el tratamiento oncológico”.
El no poder tomar azúcar o agua del grifo también son falsos mitos
Según Arribas es muy importante diferenciar entre las recomendaciones nutricionales para la prevención de la enfermedad y los consejos durante el tratamiento cuando ya se sufre el cáncer. “Por ejemplo, en la prevención hay que minimizar el consumo de algunos tipos de carnes rojas. En cambio, en caso de cáncer de cabeza y cuello se debe comer carne porque ya se ha desarrollado la enfermedad y hay que priorizar la nutrición”.
Comer en compañía
Una de las guías elaboradas por estos especialistas da algunas recomendaciones generales para todos los enfermos de cáncer. Además de hidratarse bien, comer cinco veces al día, usar aceite de oliva virgen y otras pautas también útiles para la población en general, destacan la importancia de comer en compañía, al menos una vez al día.
Los enfermos nunca deberían comer solos
Comer con familia y amigos y los mismos platos que el resto de comensales “ayuda a normalizar y relajar la hora de la comida, disminuyendo el estrés y la sensación de sentirnos enfermos”, explican.
No aumentar de peso, importante en el cáncer de mama
Cada tipo de cáncer tiene algunas particularidades. “Contrariamente al resto de pacientes de esta enfermedad, las enfermas de cáncer de mama tienden a coger peso. En ellas hay que hacer mucho hincapié en que no aumenten peso, siguiendo una dieta mediterránea y hagan ejercicio”. Esta es una recomendación muy repetida a toda la población, pero este caso es más importante de lo que parece.
Subir de peso durante el cáncer de mama aumenta la posibilidad de que este reaparezca después de ser tratado
“Hay algunos estudios que muestran que al aumentar de peso hay un aumento de recidivas (reincidencia) de cáncer de mama, hay más posibilidades de que reaparezca el cáncer”, explica Arribas. Se recomienda a las pacientes de cáncer de mama eliminar la soja y sus derivados (bebida de soja, tofu, salsa de soja…).
“Se ha visto que puede competir con algunos tipos de quimioterapia. Es decir, que algunas porciones de la soja podrían disminuir la eficacia de los tratamientos”, cuenta esta nutricionista del ICO.
La soja debe eliminarse de la dieta de pacientes con cáncer de mama
Evitar la desnutrición, clave en los casos de cáncer de cabeza y cuello
Los pacientes de cáncer de cabeza y cuello, en cambio, pierden mucho peso y se desnutren. “Por eso hacemos hincapié en que coman, aunque parezca muy básico. La localización del tumor en muchos casos juega en contra”.
A estos enfermos “se les insiste que aumenten el consumo de proteínas y que hagan cinco comidas al día, que aprovechen el momento en que tienen apetito y les apetece algo especialmente”. En estos casos hay que “priorizar luchar contra la desnutrición, antes que priorizar incidir sobre el tipo de dieta. Por eso no me importa que se coman un bollo relleno de cacao”, afirma Arribas a La Vanguardia Digital.
Difícil unificar recomendaciones sobre el cáncer de colon
El ICO y la Fundación Alicia están preparando las recomendaciones para los pacientes de cáncer de colon. En estos casos depende del tipo y localización del tumor. Si hay riesgo de que el paciente se ocluya, hay que prestar especial atención al aporte de fibra. “Hay algunos tumores que provocan que, como el tumor engloba el colon, si comen demasiada fibra, hacen un tapón, y eso puede ser un gran problema”.
La pérdida de peso, un problema en los enfermos de cáncer de pulmón
Los pacientes de cáncer de pulmón cogen peso cuando dejan de fumar. Esto viene bien porque en muchos casos, cuando está avanzada la enfermedad, tienen una pérdida de peso descontrolada. Por eso “deben tomar proteínas de alto valor biológico, por ejemplo, la clara de huevo, pescado blanco y azul, o carnes preferiblemente magras”, nos cuenta Arribas.
En estas guías de consejos nutricionales se describen una buena lista de consejos para luchar contra las náuseas o el sabor metálico en la boca, efectos secundarios de algunos tipos de quimioterapia. Entre estos apuntes se habla del jengibre. Según un artículo publicado en la revista Critical Reviews in Food Science and Nutrition, el jengibre tiene múltiples propiedades que podrían ser beneficiosas para estas náuseas y vómitos.
No hay establecida una cantidad recomendada pero la dosis utilizada en algunos estudios ha sido de 1 a 3 gramos, en polvo o fresco. Se puede añadir al agua, infusiones, zumos vegetales, caldos o tomarlo sobre un trozo de pan.
“Estar bien nutrido y alimentado es importantísimo para luchar contra la enfermedad”