En la columna anterior, hablamos de una primera herramienta para hacer más efectivos y persuasivos los discursos de un orador: la herramienta es, “hacer conexión con el público”.
La conexión se logra mirando a los ojos y sonriendo con sinceridad, para que las personas abran sus mentes y sea más fácil depositar en ellos las ideas clave y el mensaje rector que se desea.
La segunda herramienta que puede usar un orador es: “mostrar vulnerabilidad”.
¿Esto qué significa? Significa que el público tiende a apoyar a los oradores que se muestran tal como son, como seres humanos, vulnerables, con fallas, con defectos, pero sinceros.
Solo cuidado, porque mostrar un exceso de vulnerabilidad puede tomarse como una estrategia para manipular, y la gente del púbico es capaz de detectar con mucha facilidad cuando esto sucede; por ello, no es recomendable mostrar más allá de lo que es verdadero.
Te doy un par de ejemplos para que quede más claro el uso de esta herramienta.
A cualquiera puede darle nervios estar frente a un público para dar un discurso, pero si lo reconoces con naturalidad, sin exagerar, te aseguro que el público te apoyará más y con seguridad recibirás fuertes aplausos. El auditorio te animará todo el tiempo para que des un gran discurso.
Otro ejemplo: Si piensas ser parte de la historia en tu discurso, con algún pasaje que te muestre en una situación de vulnerabilidad como alguna enfermedad que tuviste, por ejemplo, platícala sin apenarte. La clave está en no exagerar, en ser sincero y no detenerte demasiado tiempo en hablar de ti.
Muéstrate vulnerable durante tu discurso y verás lo efectivo que llegará a ser tu comunicación verbal.
*El autor es licenciado en derecho, con estudios de maestría en Ciencia Política y maestría en Neuromarketing, con estudios de doctorado en Política, Gobernabilidad y Políticas Públicas y diplomado en Marketing Político. Conoce su portal http://esferacomunicacionestrategica.com.mx/