Los derechos humanos engloban derechos y obligaciones inherentes a todos los seres humanos que nadie, ni el más poderoso de los Gobiernos, tiene autoridad para negarnos. No hacen distinción de sexo, nacionalidad, lugar de residencia, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, edad, partido político o condición social, cultural o económica. Son universales, indivisibles e interdependientes.
Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana;
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias;
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión; los derechos humanos buscan generar pisos mínimos de respeto, igualdad y libertad.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París en 1948, tras el tremendo impacto de la Segunda Guerra Mundial. Es el instrumento de derechos humanos más importante y es testimonio de que no queremos que se repita un genocidio o atrocidades como en la segunda guerra mundial, aunque no somos tontos y sabemos que los derechos humanos es una cuestión frágil y que continuamente son violados y poco respetados.
Los derechos humanos son como armadura: te protegen; son como las normas, porque en ellas se explica cómo puedes comportarte y son igual que los jueces, porque puedes recurrir a ellos. Son abstractos, como las emociones, y como ellas, pertenecen a todos, independientemente de lo que pase.
Estos y otros instrumentos llevan intrínsecamente los valores principales que se encuentran en el núcleo de la idea de los derechos humanos son la dignidad humana y la igualdad. Estas dos creencias o valores, son realmente todo lo que se necesita para entender la idea de los derechos humanos, y pueden resultar controvertidas. Esta es la razón por la que los derechos humanos reciben el apoyo de todas las culturas del mundo civilizado, todos los gobiernos y todas las religiones importantes. Se reconoce casi universalmente que el poder estatal no puede ser ilimitado o arbitrario, sino todo lo contrario, al menos en la medida en que todos los individuos dentro de su jurisdicción puedan vivir con ciertos requisitos mínimos de dignidad humana.
Muchos otros valores pueden derivarse de estos dos aspectos fundamentales y pueden ayudar a definir con mayor precisión cómo en la práctica las personas y las sociedades deben coexistir. Por ejemplo: Libertad: porque la voluntad humana es una parte importante de la dignidad humana. Vernos forzados a hacer algo en contra de nuestra voluntad degrada el espíritu humano.
Respeto por los demás: la falta de respeto a alguien desprecia su individualidad y dignidad esencial.
No discriminación: porque la igualdad en la dignidad humana significa que no debemos juzgar los derechos y oportunidades de las personas sobre la base de sus características.
LUIS VENTURA DE LA ROSA OROZCO
POR UN MUNDO DE IGULDAD, LIBERTAD Y FRATERNIDAD HASTA LA MUERTE E INCLUSO MAS ALLA.