Sin lugar a dudas el partido de Andrés Manuel López Obrador ha tenido un crecimiento importante, a tal grado que en muchos institutos políticos la militancia ha decidido sumarse a su proyecto y se vislumbra hasta el momento como una opción real para competir por la Presidencia de México.
Pero, así como se debe reconocer el crecimiento de MORENA, también es necesario decir que se observa un partido que también tiene amplias posibilidades de tener fecha de caducidad, ya que como bien lo establece su publicidad AMLO es MORENA, es decir, el crecimiento de ese instituto político es gracias a su líder y propietario, MORENA no representa más que el discurso y acciones de su dirigente nacional, en Michoacán por ejemplo, no cuenta con una agenda propia, el partido no propone, no acciona en la vida pública, no permea en la ciudadanía, esperan resultados electorales en base a las acciones de López Obrador y en muchos casos “sus cuadros destacados” optaron por sumarse al gabinete del gobierno estatal.
¿Qué pasará con MORENA el día que no se encuentre Andrés Manuel?
El pasado domingo en una supuesta marcha en apoyo a los maestros, Andrés Manuel López Obrador mostró musculo, mostró el mismo formato que acostumbra a utilizar (el de sobresalir siempre el), pero sobre todo mostró incongruencia en su discurso. Incongruencia porque habla de unas reformas estructurales que no benefician en nada a los mexicanos, hasta aquí coincido plenamente, pero ¿en dónde se encontraba AMLO y sus seguidores durante la aprobación de las reformas, y las manifestaciones, mítines, plantones, declaraciones, posicionamientos? (Ya conocemos la justificación morenista, le dio un infarto que lo alejo de la posibilidad de utilizar su musculo político para tratar de impedir que las reformas pasarán).
Coincidentemente una de las instituciones que constantemente manda al diablo, el Instituto Nacional Electoral en ese transcurso de tiempo aprobó la solicitud de registro del Partido Movimiento de Regeneración Nacional. No quiero pensar mal, pero de nueva cuenta sostengo que muestra incongruencias en sus discursos, ya que por otro lado abanderas las causas de la democracia y es elegido para ser dirigente nacional por haber recibido más aplausos en su asamblea nacional, no acepta los debates que le han propuesto diferentes actores políticos, en materia de transparencia y rendición de cuentas sólo basta recordar que hace unos días los Senadores del PT afines y declarados abiertamente como integrantes de MORENA, abandonaron la sesión en la que se votaba el tema de que el 3 de 3 fuera obligatorio, pero además en cuestión de honestidad bastaría con revisar a los cercanos de Andrés Manuel, quienes en su paso por el PRI y otros partidos políticos han sido y son la antítesis del discurso morenista.
Más sencillo, ¿cuantos ex diputados federales del PRD que votaron a favor de la reforma educativa hoy se encuentran en las filas de MORENA?
Se deberían entonces analizar el discurso y su actuar para darse cuenta que MORENA cae constantemente en la contradicción.