El arzobispo de Morelia, deseó a los michoacanos consuelo, seguridad y paz
Morelia, Michoacán.- Un deseo para que los “corazones que provocan muerte, se abran a Cristo”, fue el que planteó el arzobispo de la Arquidiócesis de Morelia, Carlos Garfias Merlos, durante la homilía de la celebración eucarística por la Vigilia Pascual.
En el sermón, el obispo de Morelia expuso:
“Deseo que todos los corazones que provocan odio, muerte violencia y sufrimiento, se abran a la infinita misericordia de Cristo que nos da la salvación”.
De igual forma, oró por la sanación de la sociedad, de las heridas físicas y sociales que se viven en la actualidad:
“Queridos hermanos que el espíritu del Resucitado nos traiga consuelo, seguridad y paz y haga sentir por todas partes su fuerza de vida, de paz y de libertad.
Las palabras con las que el ángel confortó los corazones atemorizados de las mujeres en la mañana de Pascua, se dirigen a todos: «¡No tengáis miedo!… No está aquí. Ha resucitado» (Mt 28,5-6). El Evangelio de Cristo sacia plenamente el anhelo de paz y de felicidad que habita en todo corazón humano. Cristo ahora está vivo y camina con nosotros.”.
Y continuó
“Espero que en esta Pascua se curen las heridas espirituales y morales de nuestras personas, de nuestras familias y de nuestras comunidades, deseo que todos los corazones que provocan odio, muerte violencia y sufrimiento, se abran a la infinita misericordia de Cristo que nos da la salvación. Sólo Dios puede sanar con su amor todas las heridas y vacíos que experimentamos y una vez sanados podamos seguir avanzando juntos hacia la tierra de la libertad y de la vida, hacia la verdad, la justicia y la paz.”.
En la misa de la Vigilia Pascual, en la que se bendice el fuego y el agua, el sacerdote hizo un llamado a la paz, la reconciliación y el trabajo para que la sociedad tenga la tranquilidad en la que dijo, merece vivir.
Hay que destacar que recientemente, Garfias Merlos dio una entrevista a la revista Proceso, en la que asegura que el “narco” sí ha alcanzado a influenciar en gran parte del país.
“Ahí comienzan los intereses económicos, las descalificaciones por la obtención de beneficios o de curules, de encargos públicos, se va haciendo más aguda la situación de descalificaciones, de agresiones unos con otros de manera pública”., dijo al señalar la posible colisión entre el poder gubernamental y la delincuencia organizada.
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Al respecto de dicha entrevista, el gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, declaró que si bien respeta la opinión del arzobispo, no la comparte:
“Comparto y coincido en algunas cosas, la seguridad es un tema de todos; pero no comparto la visión de alguna parte de la iglesia de negociar con los delincuentes (…) Hay libertad de opinión”, expuso.