Morelia, Michoacán.- Son poco después de las 19:00 horas de este Jueves Santo y los fieles católicos que participaron en la instauración del Sagrado Triduo Pascual que encabezó el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, se disponen a hacer la visita a los siete Templos, una de las tradiciones católicas más representativas en esta noche, pues representa el acompañamiento a Jesucristo desde su aprehensión, hasta su pasión y muerte.
Llama la atención un grupo de jóvenes que porta playeras con la leyenda: “que el mundo se llene de esperanza y de paz”, la gran cantidad de turistas que visitó la Catedral del Divino Salvador en el corazón de Morelia, los mira extrañados pues se colocaron estratégicamente a un costado de una de las entradas del recinto sagrado y entregan al paso de los fieles, un folleto con las oraciones propias de los siete Templos.
Son jóvenes que invitan a reflexionar en estos días y que pertenecen a un grupo juvenil católico, por lo que con entusiasmo realizan su tarea, se ven amables pero serios, consientes de lo que para la fe católica representa un Jueves Santo, más allá de las vacaciones y de los curiosos que se acercan a la Catedral solo por conocer o ver su composición.
Ya dentro del lugar hay cientos de personas arrodilladas, la mayoría con sus folletos abiertos y leen en silencio las líneas ahí escritas, no se distraen, ni con el llanto de un niño pequeño que se escucha en todo el recinto, ni con el murmullo de los turistas y visitantes que admiran la majestuosidad de Catedral y sobre todo del órgano monumental que se ha vuelto un atractivo turístico dentro del lugar.
A unos cuantos metros, en el Templo de San Agustín también se encuentran decenas de personas orando, algunos de rodillas, otros sentados y otros de pie. Unos contemplan con serenidad las imágenes de santos y vírgenes y otros lloran, siempre en silencio con la mirada fija en la cruz y solo por momentos mueven sus manos para limpiar las lágrimas que corren por las mejillas.
Afuera, una mujer de avanzada edad corrige a una joven por su atuendo, le dice que no debe “presentarse en la casa de Dios con esas prendas que ofenden y faltan y el respeto” de quienes guardan estas celebraciones. La mujer de no más de 20 años se disculpa y le dice que ella también viene a rezar y sin mayor reclamo entra y se pierde entre la multitud.
Las visitas a los siete Templos se realizan una vez instaurado el Sagrado Triduo Pascual, aunque en Morelia se acostumbra que durante todo el día Jueves Santo se puedan hacer estas oraciones, se acostumbra a visitar siete de las iglesias del Centro Histórico entre ellas la Catedral de Morelia; el Templo de las Rosas; el Templo de las Rosas; el de la Merced; el de la Cruz, que tienen una especial relevancia porque el Santísimo está expuesto todo el día; el conocido como Templo de las Monjas; San José y San Agustín, aunque hay quienes también visitan el Santuario de Guadalupe o Templo de San Diego y el de San Francisco en la Plaza Valladolid.
Cada templo representa siete casas y cada una tiene un significado acorde con el camino de Jesús hasta la cruz:
Primer Templo: Se recuerda el trayecto de Jesús desde el Cenáculo, en donde celebra la Última Cena con sus discípulos, hasta el huerto de Getsemaní en donde ora y suda sangre. Por ello, se acostumbra a que sea Catedral, después de la celebración de la Eucaristía.
Segundo Templo: Se hace una meditación que representa el trayecto del huerto de Getsemaní, hasta la casa de Anás, donde Jesús fue interrogado y abofeteado.
Tercer Templo: En esta se acostumbra a orar por el recorrido que hace Cristo de la casa de Anás, a la de Caifás, donde fue insultado y escupido, además de torturado durante la noche.
Cuarto Templo: Aquí, hay una oración especial, pues representa la comparecencia de Jesús ante Poncio Pilatos, donde fue acusado por los judíos y difamado.
Quinto Templo: Se ora en este por el juicio de Cristo ante el rey Herodes.
Sexto Templo: Es la segunda comparecencia ante Poncio Pilatos, cuando fue coronado con espinas y condenado a muerte.
Séptimo Templo: Es la última de las oraciones y se recuerda el trayecto de la casa de Poncio Pilatos, hasta el Gólgota, cuando Jesús llevó a cuestas la cruz y murió crucificado para resucitar después de tres días.