La psilocibina podría haber influido en la evolución humana y en su desarrollo cognitivo.
Ciudad de México.-Aunque culturalmente los hongos con propiedades alucinógenas son vistos como ajenos a nuestra alimentación habitual, investigaciones recientes sugieren que los denominados “hongos mágicos” podrían haber jugado un papel crucial en la evolución humana por su psilocibina.
Se estima que los primeros homínidos consumían estos hongos hace millones de años.
Un estudio realizado por la Fundación Miguel Lillo analizó cómo la psilocibina, presente en estos hongos, podría haber influenciado la cognición y conciencia humanas.
La psilocibina no solo afectaba a los homínidos durante su consumo, sino que “aumenta la conectividad entre las redes en la región frontal y eleva el nivel de conocimiento de los estados de conciencia”, según palabras de Fátima Calvo, bióloga de la Pontificia Universidad Católica del Perú y coautora del estudio.
La psilocibina impacta áreas cerebrales como la corteza prefrontal, el hipocampo y la corteza cingulada anterior, influyendo en la memoria y en la toma de decisiones.
Los investigadores sugieren que “desde una perspectiva evolutiva, la ingestión de psilocibina podría haber contribuido a la mejora de las capacidades visuales y al éxito reproductivo de las comunidades que utilizaban estos hongos”.
Aunque los mecanismos exactos por los cuales los hongos influyeron en la evolución humana siguen siendo un misterio, futuras investigaciones podrían clarificar el papel de la psilocibina en este proceso.
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Se cree que los homínidos empezaron a consumir hongos hace aproximadamente 5 o 6 millones de años, coincidiendo con su descenso de los árboles en el Pleistoceno.
La psilocibina podría haber mejorado la visión de nuestros antepasados, facilitando la caza y recolección, así como potenciando la estimulación sexual y, por ende, la reproducción.
Con el tiempo, el uso de hongos se ha integrado en diversas culturas, especialmente por su potencial alucinógeno en rituales chamánicos y religiosos.
Además, con el desarrollo del gen CYP2D6, que permite metabolizar sustancias psicoactivas, la psilocibina se está investigando para el desarrollo de terapias para tratar adicciones, mostrando cómo prácticas ancestrales pueden beneficiar a la ciencia moderna.