PSG vence al Arsenal en la ida de semifinales de la Champions League. Dembélé marca el gol decisivo en el Emirates Stadium.
El París Saint Germain (PSG) vence este martes 1-0 al Arsenal que jugó en su casa del Emirates Stadium, en el partido de ida de las semifinales de la UEFA Champions League.
El PSG madrugó al abrir el marcador, pues fue apenas al minuto 4’ cuando Ousmane Dembélé convirtió el tanto que enfiló al equipo francés a la victoria.
Una semifinal de puro vértigo y lucha y sin ser espectacular. Será la próxima cuando se defina al equipo finalista al celebrarse en el Parque de los Príncipes de París el partido de Vuelta.
Fue un 1-0 corto para lo amenazante que fue el equipo del español Luis Enrique, pero justo para la batalla que dieron los de Arteta.
Solitaria anotación de Dembelé
La solitaria anotación al 4’, Dembelé encontró el espacio, tras una de esas salidas letales en precisión y velocidad, y frente al arco no falló: golazo, festejo sobrio de su entrenador Luis Enrique y sí, el visitante arriba antes de que el dueño de casa pudiera parpadear.
Los locales cayeron en shock sin encontrar la pelota e incapaz de cortar los tan aceitados circuitos de su rival, e incluso sufriendo un par de claras ocasiones, de Doué a los 11’ y Marquinhos a los 14’ con su especialidad, un cabezazo que detuvo Raya, quien volvería a lucirse en el mano a mano de Doué a los 30’ minutos.
Arsenal trató de reaccionar
Ccon un remate débil de Saka, manso a las manos de Donnarumma a los 34’. Luego al 44’, cuando de verdad estuvo cerca de igualar el equipo de Arteta, en el mano a mano que el arquero de Italia le ganó a Martinelli en una sorpresiva aparición por la banda izquierda.
Para el complemento Arsenal encontró algo con un centro de Rice que le quedó a Merino a los 47’ para celebrar en vano la igualdad, pues el VAR encontró un fuera de lugar tecnológico que arruinó lo que pareció el empate.
Luego Trossard a los 54’, sacó disparo que arañó Donnarumma para salvar al PSG que poco a poco fue apagando el ímpetu de los ingleses.
Sin embargo ya no tenía claridad para llegar, no aparecía en su dimensión ideal Odegaard y ya Saka empezaba a a acusar cansancio.
PSG generó opciones para el segundo que bien pudieron sentenciar la llave, pero fallaron en el último toque.
Arsenal, por mucho que luchó, ya no pudo igualar y tendrá que jugarse la vida la próxima semana en París.