Activistas y ciudadanos se unen en una protesta contra la tauromaquia, exigiendo el fin de la crueldad animal.
El pasado viernes en la tarde, diversos grupos de activistas y protectores de animales, junto a ciudadanos preocupados, se reunieron cerca del Palacio del Arte en protesta contra la tauromaquia y exigir el fin de la crueldad hacia los animales.
Esta manifestación coincidió con una novillada que se celebraba en el lugar, donde los participantes, armados con cacerolas y pancartas, vociferaron por un mundo libre de violencia hacia los animales.
Melissa Chávez, figura clave en este movimiento, compartió su indignación por la persistencia de la tauromaquia, describiéndola como un acto de extrema crueldad.
“Es lamentable que este tipo de prácticas aún se registren, sin embargo, celebro que, cada vez estos espectáculos están más disminuidos, con una baja participación de los asistentes”, declaró Chávez. Además, mencionó un reciente conversatorio de la ONU sobre los derechos del niño, destacando que “violencia es violencia, y lamentamos mucho que todo este mes de agosto se hayan registrado corridas y novilladas”.
Ivonne Dávalos, otra prominente activista, criticó el intento de las autoridades de disolver la protesta, afirmando que “nadie va a parar a los activistas por el amor que le tenemos a los animales y el respeto a los seres vivos. Seamos 510 o 50, algún día vamos a lograr algo por los animales”.
Los grupos pro-animal han presentado numerosos amparos contra las corridas de toros, aunque se enfrentan a la resistencia de intereses minoritarios. Argumentan que exponer a niños a estas corridas infringe su derecho a una vida sin violencia.
Por cerca de una hora, los manifestantes hicieron ruido con cacerolas y tambores, instando a la sociedad a reconsiderar la legalidad y moralidad de la tauromaquia, que afirman es ilegal en México.
El evento fue organizado por Michoacán Sin Tauromaquia, parte de México Sin Toreo, y comenzó a las 19:00 horas.
A pesar de las amenazas de desalojo por parte de la seguridad, los manifestantes permanecieron firmes, desafiando lluvia y sol, en su lucha contra la crueldad animal.