Ciudad de México.- Sin propuestas claras y definidas sobre el combate a la inseguridad, la corrupción, así como los temas de democracia y la inclusión de los grupos vulnerables, y más centrado en la descalificación y la demagogia, se desarrolló el primer debate entre candidatos a la presidencia de México en el Palacio de Minería de la Ciudad de México.
Dirigido por los periodistas Sergio Sarmiento, Denise Mearker y Azucena Uresti con un papel proactivo, el debate estuvo enfocado en tres grandes temas, el combate a la inseguridad, el combate a la corrupción y el tema de la democracia y las políticas de inclusión de las minorías y de atención a los grupos vulnerables.
En cuanto al tema de la inseguridad, el candidato independiente, Jaime Rodríguez Calderón rompió con la solemnidad al mostrar una bala y calificarse como una “víctima” de la violencia que aqueja del país, tras narrar que perdió a un hijo. Asimismo, propuso cortar la mano al ladrón y al corrupto.
El candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, reiteró su propuesta centrada en la amnistía hacia los delincuentes, a la cual, le llovieron las criticas de el reto de aspirantes a Los Pinos en la elección del próximo 1 de julio.
El abanderado de “Por México al Frente”, Ricardo Anaya Cortés propuso desmantelar los carteles del crimen organizado y no solo detener a los líderes de estos grupos, mientras que el candidato de la coalición “Todos por México”, José Antonio Meade Kuribreña se enfocó en el tema de la prevención del delito, y de disuasión y combate a la impunidad.
En su momento, la candidata independiente, Margarita Zavala insistió en la estrategia de combate frontal y presencia de las fueras armadas del Estado Mexicano en el territorio nacional, idéntica a la del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, que le valió las críticas de sus detractores, tras recordarle la cantidad de muertos y desaparecidos por dicha estrategia calificada por los opositores como “fallida”.
En el tema del combate a la corrupción, todos los candidatos coincidieron en la relevancia de una fiscalía autónoma, sin embargo, los cuatro opositores a López Obrador le cuestionaron su decisión de nombrar al encargado de dicho espacio.
Durante este tema, López Obrador fue cuestionado sobre la adhesión de personajes a quienes acuso de corruptos, como el empresario Alfonso Romo, sumado a su grupo político y antes acusado de aprobar el Fobaproa.
Mientras tanto, Anaya fue indagado por no aclarar en su totalidad la acusación de lavado de dinero en la compra de un terreno y posterior venta como nave industrial, a lo que respondió que el Tribunal resolvió el uso de la PGR de manera facciosa y mediática para desprestigiarle.
Meade Kuribreña no logró aclarar las acusaciones de corrupción presentadas en reportajes como “la estafa maestra”, “el socavón”, “Odebrecht”, entre otras, e incluso él mismo señaló que en caso de ser electo presidente, en su administración no habría casos de tal naturaleza.
Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, admitió que mentir era ser corrupto, y aceptó que ha mentido, pero rechazó que fuera el caso en la colecta de firmas para lograr la candidatura independiente, y bromeó con una ocasión en la que no cumplió su promesa de llevar a su esposa al cine.
En cuanto a los mecanismos de evaluación y sanción en caso de no cumplir con sus promesas de campaña, Ricardo Anaya, El Bronco y López Obrador, se pronunciaron en favor de la revocación de mandato, sin embargo, los dos primeros señalaron que primero se deberá legislar al respecto, en tanto que el segundo opinó que la ciudadanía sería la consultada.
José Antonio Meade se limitó a señalar que sus evaluadores serían los legisladores del Congreso de la Unión, y Margarita Zavala propuso un Observatorio Ciudadano, del cual evadió responder si tendría facultades sancionatorias.
En el debate, Jaime Rodríguez Calderón anunció la renuncia a las prerrogativas para la campaña, como lo hiciera Margarita Zavala, y lanzó el reto al resto de abanderados, a lo que Andrés Manuel López Obrador señaló que se han otorgado más de 70 millones de los 103 millones de prerrogativas a los damnificados, y Anaya Cortes señaló que se han otorgado 200 millones de pesos, y Meade Kuribreña guardó silencio en relación con el tema.
Al término del debate, las acusaciones entre unos contra otros fueron el centro del debate, mientras que las propuestas fueron un remedo de los spots publicitarios de sus campañas, en el que estuvieron alejados de la profundidad bien argumentada en la que se defina de forma concreta como atajarán los problemas que enfrenta el país.