Filipinas.-El presidente de Filipinas Rodrigo Duterte levantó nuevamente la polémica tras su declaración de los obispos son “inútiles” al mismo tiempo que animó a matarlos a todos, a pesar de que cerca del 85 por ciento de la población de dicha nación es católica.
No es la primera declaración que realiza el primer mandatario filipino contra la Iglesia católica, durante el año 2017 Duterte expresó que es la institución “más hipócrita del mundo”, luego de que la jerarquía eclesiástica llegó a calificar la situación del país de actos de narcotráfico y adicciones como un “reino de terror”, lo cual no fue bien recibido por el mandatario.
Pero fue el pasado miércoles que el presidente también expresó que los obispos, “esos bastardos no sirven para nada. Lo único que hacen es criticar”.
Por su parte, Salvador Panelo, portavoz del Gobierno de Filipinas, indicó que las palabras del presidente no deben ser vistas como alto literal, sino que él empleó la “hipérbole” para un efecto dramático a sus comentarios.
Mientras que la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, no ha querido responde a las palabras del presidente, ya que solo se ha limitado a señalar que no añadirán “más leña al fuego” ya que los comentarios exagerarían el asunto.