Te decimos de la tradición de las fiestas decembrinas por comer pavo o puerco para la tradicional cena de Navidad o de Año Nuevo
En Navidad o Año Nuevo, varios países de América y Europa tienen como tradición degustar de un buen pavo o puerco al horno en la cena, acompañada de ensaladas, arroz, papas sancochadas o puré de manzanas. Pero, ¿te has preguntado por qué hemos adoptado la costumbre de consumir esta ave en fiestas decembrinas?
Si bien algunas familias optan por preparar otros potajes en base a carne de pollo o de cerdo, casi siempre el pavo es el protagonista de la tradicional cena de Navidad.
Cabe destacar que esta ave también es el banquete principal en el Día de acción de gracias que se celebra todos los años en Estados Unidos y Canadá.
La historia cuenta que la tradición de preparar el pavo en Navidad tiene un origen azteca. Posteriormente es llevada a Europa por los conquistadores españoles.
Si bien los aztecas no celebran la Navidad, igual que la mayoría de culturas prehispánicas, festejan el solsticio de invierno, ya que este marcaba el comienzo de un nuevo ciclo.
Los aztecas durante fiesta denominada Panquetzalizlit conmemoraba la victoria del dios Huitzilopochtli sobre la diosa de la luna. Aunque en este tiempo ya se consumía el pavo, no era un animal para celebraciones.
La historia del pavo
El ave fue introducida a los españoles durante la Conquista y lo renombraron gallina de Indias, y más tarde con el nombre que se le conoce actualmente, “pavo”, debido al parecido con los pavos reales que ya era conocidos en Asia.
El pavo, para los europeos, y debido a su origen percibido como exótico, era un animal raro. Por tanto, para las fiestas sustituía al ganso, considerado solar en determinadas mitologías y que hasta entonces garantizaba protección y prosperidad a quienes lo comían.
Más grande que el pollo y menos costoso que el ganso, el pavo rápidamente logró alimentar a toda una mesa.
Según una razón más poética y menos económica, Charles Dickens habría mencionado un pavo en su popular Cuento de Navidad, convirtiéndolo en un plato oficial para las fiestas decembrinas.
El peso aproximado de estas aves es de 10 kilos, suficiente para abastecer a toda una familia en Navidad.
Incluso es común que este potaje dure días después de la fiesta navideña, dando pie a las tradicionales recetas a base de pavo.
La historia del cerdo
Varios historiadores latinoamericanos comentan que el cerdo llegó junto con la conquista española.
“Los primeros cerdos los trae Cristóbal Colón en 1.493 en su segundo viaje, los trae de Canarias… introduce 8 cerdas preñadas”, detalla Cruz Miguel Ortíz Cuadra, historiador puertoriqueño.
Los españoles consideraban al cerdo un alimento muy significativo porque creían que estimulaba la sangre y llenaba de energía, además era un símbolo religioso, quien comía cerdo era cristiano y se diferenciaba de los musulmanes y judíos.
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El cerdo se reproduce muy rápido en el Caribe y se vuelve un plato típico y muy navideño. Bajando hacia Sudamérica el cerdo se vuelve parte de las comidas típicas en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, ya sea en tamales, pan de jamón, empanadas, cocciones al horno o asados.
En el cono sur el lechón es un plato muy apetecido con ensalada o jamón crudo con melón.
En Navidad y Año Nuevo lo más importante es compartir con la familia y amigos, las cenas abundantes indican prosperidad.
“Se gasta para comer rico y que todo el año se pueda recibir”, asegura Yolanda García, historiadora mexicana.
La forma de comer cerdo cambia, pero el compartir siempre le dará un sabor especial.
Con información de ASPE/LW