¿Por qué los kúrpites se visten así?, te explicamos el significado de la vestimenta tradicional de los kúrpites de San Juan Nuevo
Morelia, Michoacán.- La Danza de los Kúrpites de San Juan Nuevo es una de las más representativas del estado de Michoacán. La llamativa vestimenta tradicional que portan sus participantes es producto de cuidadoso, detallado y, por ende, costoso trabajo manual. A continuación, te explicamos cuáles son los elementos que la conforman y su significado.
En un video publicado en su canal de Youtube, el director de la Danza de los Kúrpites del grupo “Raíces de mi pueblo”, José Alberto Velázquez Campoverde, explica que en la representación no participan hombres casados, sino solteros jóvenes que cortejen a las mujeres casaderas del baile.
Cada grupo se encabeza por el Tarépiti, que representa a San José; por la Maringuía, un hombre vestido de mujer que, en este caso, personifica respetuosamente a la Virgen María; así como la cuadrilla de Kúrpites, “los que se juntan” o “los que se agregan”, a partir de dos integrantes, quienes, según la oralidad, simbolizan a los pastores que dieron la buena nueva que anunciaba el nacimiento del Niño Dios, aunque otras versiones señalan que encarnan a las personas que ayudaron en la búsqueda de Jesús cuando se perdió y fue encontrado en el templo, o a los Reyes Magos.
Los tres personajes utilizan guantes y botas “de rayita”, un calzado fabricado exclusivamente para esta danza, que es muy cómodo porque se apoya en tacones bastante amplios que les permiten equilibrarse durante el zapateo y el trabajo de los metatarsos, entre otros movimientos de los pies. Todos están complemente cubiertos por los elementos de la indumentaria, sin mostrar la piel ni el cabello.
Tanto el Tarépiti como los Kúrpites usan pantalones de manta, sobre los cuales se rodean las partes bajas de las piernas con fajas tejidas en telar, ya que así evitan cortarse la piel con los cascabeles que llevan encima, acompañando con su sonido el ritmo de la música.
Además, ambos traen pantaloncillos cortos con remates en picos con motas vistosas a la altura de las rodillas; suéteres de lana adornados con pedrería fina; también delantales que, en muchos casos, les regalan sus novias el seis de enero, por el Día de Reyes; mientras, desde las cabezas, rodeadas de espejos, cuelgan hacia las espaldas, colas de res, escarchas y listones de varios colores; y, al frente del cuello, mascadas.
Los elementos del atuendo que distinguen a San José, son: el bastón de mando, coronado con la cabeza de un caballo, que se dice, antiguamente era la del burrito montado por la Virgen María en los pasajes bíblicos; la máscara con barba de candado, tallada a mano por artesanos del pueblo; en la espalda, un capotillo con espejos y un guaje largo, tradicionalmente pintado con la técnica del maque, aunque ahora se hacen otras aplicaciones.
En cambio, las capas o “mangas” de “los que se juntan”, se extienden de un extremo a otro de los brazos y, al centro, tienen una abertura horizontal. Éstas se asemejan a los capotes que portaban los hombres en sus travesías a cabello, para protegerse de la lluvia.
Y, la Virgen María, va vestida con una enagua blanca a modo de fondo; sobre ella, un rollo de mujer indígena -falda-, tableado por la parte de atrás y liso al frente, rematado en la cintura por una franja de color, al gusto del danzante. También, un mandil; un rebozo de bolita; collares; un sombrero tradicional de cuatro pedradas, con tocado en el ala izquierda; la máscara con rasgos femeninos; y, el elemento más importante en la ejecución de su danzar: la faja tejida en telar, que extiende entre sus manos elevadas a la altura de los hombros, en un movimiento que, se dice, tiene influencia del flamenco español y cuyo simbolismo católico es el arrullo al Niño Dios.