“Suicidio” de detenido en barandilla de Apatzingán, pone en duda CNDH
Morelia, Michoacán.- La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señaló inconsistencias en peritajes y omisiones en la investigación, por lo que puso en duda el supuesto suicidio de Juan V., detenido por la Policía Federal en 2015, y llevado a la barandilla de Apatzingán, donde horas más tarde supuestamente se quitó la vida.
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En ese año era gobernador de Michoacán Silvano Aureoles, la entonces Procuraduría General de Justicia estaba a cargo del fallecido Martín Godoy Castro, y era alcalde de Apatzingán el asesinado César Chávez Garibay.
Tras una investigación de poco más de 6 años, la CNDH acreditó violaciones a derechos humanos y emitió una recomendación para la Policía Federal, ahora Guardia Nacional, a la entonces Procuraduría General de Justicia, ahora Fiscalía General de Michoacán (FGE) y al ayuntamiento de Apatzingán.
Acusado de alterar el orden en la vía pública, Juan V. fue detenido y llevado a la barandilla de Apatzingán el 18 de diciembre de 2015 pero, aunque llevaba credencial de elector y licencia de conducir, no se contactó a su familia ni se llamó a un abogado; la noche en que fue detenido supuestamente se “suicidó” con una cuerda que hizo anudando su ropa.
En el expediente CNDH/1/2016/2428/Q, la CNDH informó que “Juan V.”, seudónimo adjudicado para la protección de la identidad de la víctima, fue encontrado muerto en la celda 2, pero lo habían ingresado a la celda 1.
Se violó el Protocolo de Barandilla, no se emitió dictamen médico al ingreso del detenido; hay discrepancia de 40 minutos entre la hora de la muerte reportada por el Servicio Médico Forense y la hora a la que la autoridad responsable de barandilla dijo haber encontrado el cadáver.
El peritaje no fue ratificado y del que no existe mayor explicación o detalle con relación a la mecánica de los hechos, a fin de verificar que efectivamente Juan V. contaba con la fuerza y el método necesario para privarse de la vida.
No se informó su la víctima presentó relajación de esfínteres, apertura del cuello, desgarros vasculares o nerviosos, características del hueso hioides y del cartílago cricoides, signos que se evidencian en personas que pierden la vida al pender del cuello.
No se hizo referencia a las características específicas de la ropa que supuestamente se colocó en el cuello y su correlación simétrica con las lesiones externas reportadas”, cuestiona la CNDH. La CNDH también cuestiona que la FGE no investigó, e incumplió con los protocolos de la averiguación previa.
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