Activistas denuncian a la jueza Soledad Ornelas por politizar justicia, afectando casos de violencia familiar en Michoacán.
Morelia, Michoacán.– En medio del proceso de reelección judicial que vive Michoacán, mujeres acompañadas por colectivas feministas acusaron públicamente a la jueza Soledad Ornelas Farfán de prácticas que revictimizan a las denunciantes y de politizar la impartición de justicia en el Juzgado Especializado en Materia Familiar de Morelia.
En entrevista, Fabiola Rosas, activista que encabeza junto a otras mujeres la denuncia contra la jueza, compartió su experiencia personal y las de otras, señalando que “se emitió una sentencia sin perspectiva de género ni órdenes de protección”, pese a que el riesgo había sido plenamente acreditado.
Su caso, ocurrido bajo la tutela de la jueza Soledad Ornelas, la motivó a acompañar a más mujeres que han vivido patrones similares de omisiones e irregularidades.
Uno de los casos más alarmantes fue el de Aurora, madre de dos menores, quien perdió contacto con sus hijos luego de una convivencia supervisada ordenada judicialmente.
El padre, sin custodia legal, se llevó a los niños sin autorización. Uno de ellos padece epilepsia, lo que agravó la urgencia de localizarlos.
La alerta oficial para su búsqueda fue emitida hasta diciembre, aunque la desaparición ocurrió en septiembre.
Fue la propia madre quien localizó un domicilio probable, y tras exigir un exhorto judicial, este fue tramitado por la jueza “solo después de una protesta pública realizada el 10 de abril”, señaló Fabiola Rosas.

Sin embargo, el documento fue enviado incompleto, obligando a Aurora a trasladarse personalmente al otro estado para subsanar los errores.
“Hasta que vas a exigir, a gritar o a pegar pancartas es que los jueces empiezan a actuar”, denunció Fabiola Rosas.
La crítica hacia la jueza Soledad Ornelas fue directa: “Reparte convivencias como si fueran dulces o manzanas”, dijo, acusándola de autorizar convivencias sin considerar el historial de violencia de los padres.
“Una madre denuncia y termina siendo perjudicada. Si no lleva a los niños, le quitan la guardia y custodia”, agregó.
Proceso de selección judicial
La activista también alertó sobre el sesgo político que ha permeado el proceso de selección judicial. Recordó que Ornelas es una de las aspirantes a reelegirse como jueza, y advirtió que la influencia política contamina la imparcialidad que debería prevalecer en el Poder Judicial.

“Los asuntos se están politizando. La jueza Ornelas está en la boleta para reelegirse. Hay buenos perfiles en esta elección, pero también otros con aspiraciones puramente políticas. Eso genera compromisos, genera intereses, y la justicia pierde imparcialidad”, explicó.
Desde 2020, Fabiola Rosas ha enfrentado un proceso judicial en el que, asegura, actores políticos y funcionarios han intentado acercarse para sacar provecho de su caso.
“Ya me han buscado candidatos. No me ofrecen nada, pero ese acercamiento genera vínculos e intereses. Y no dudo que la contraparte lo haya hecho”, comentó.
Además, cuestionó el funcionamiento del Centro de Justicia Integral para las Mujeres (Cegim), donde identificó tanto aciertos como graves deficiencias.
Si bien reconoció que algunos asesores hacen su trabajo con profesionalismo, denunció que están limitados por lineamientos internos.
“Hay asesores buenos, pero están saturados, trabajan con formatos y no pueden promover apelaciones ni amparos. Su coordinador les dice que no les conviene porque se ponen mal con la jueza y luego les niegan todo”, explicó.
Fabiola concluyó que el actual modelo de elección judicial compromete la legalidad misma del sistema.
“Es un arma de doble filo. Se pierde la legalidad. Yo creo que el cambio más urgente es en las fiscalías, donde inicia la corrupción y donde se pierden las posibilidades de justicia desde el primer respondiente”, expresó.
Las mujeres afectadas y colectivas feministas valoran realizar nuevas acciones públicas en los próximos días.
“Estamos luchando contra quien debería estar de tu lado. Si la jueza hubiera firmado en tiempo y forma, esta madre habría visto a sus hijos cuatro días antes. No se trata solo de convivencias, se trata de vidas”, concluyó.