Detalles de la polémica familiar que involucra a Maribel Guardia y la custodia de su nieto.
La intensa disputa legal y mediática que enfrentan Maribel Guardia e Imelda Tuñón por el bienestar de José Julián, hijo de Julián Figueroa, ha llevado a que allegados a la familia compartan sus opiniones sobre el caso.
Maribel García, sobrina de la reconocida actriz y presentadora, compartió en el programa Ventaneando su perspectiva, siendo testigo de comportamientos cuestionables de Imelda.
“Cuando se es mamá, pues es de 24/7, tienes que hacer las tareas con el niño, llevarlo a la escuela, recogerlo, llevarlo a la natación, son cosas que hace mi tía y hacemos en equipo en la casa (…) Imelda no sabía lo de las tareas, me preguntaba mucho de cosas que como mamá tienes que saber (…) la última vez se graduó de Tae Kwondo y nosotras dijimos: ‘¿y Imelda dónde está?’, como mamá no se te pueden olvidar esas cosas”, explicó.
García también comentó sobre las presuntas adicciones de Tuñón: “Ella tomaba cuando él salía de rehabilitación y creo que una pareja influye mucho en tu vida, tiene que apoyarte; en la casa no teníamos una gota de alcohol y ella sí tomaba y hacía cosas”.
Polémica familiar de Maribel Guardia
En un incidente particularmente alarmante, García relató cómo el niño encontró a su madre con dos hombres en su recámara: “En el momento en el que ella se va a hacer un facial, porque deja al chico heterosexual, porque sí era heterosexual, y un gay, ella me marca y me dice: ‘oye Mari, por favor me puedes hacer paro porque un amigo estaba bien pedo ayer y lo agarramos, lo deje en mi cuarto, Marco está bien enojado, y si tienes chance de subir, despertarlo y que se vaya'”.
García continuó: “¿qué es esto?, tu hijo duerme en el cuarto de enfrente, eso no puede suceder, yo no meto hombres a la casa (…) el niño se dio cuenta”.
El incidente culminó caóticamente cuando uno de los hombres se cayó en las escaleras, creando conmoción en el vecindario.
“A mí la nana me cuenta que el niño los vio, porque se fue a despedir de la mamá y abre la puerta, cierra la puerta y dice: ‘¡qué rara es mi mamá!’, entonces es algo que un niño no tiene que vivir”, añadió.
Finalmente, García expresó su preocupación por la seguridad del menor: “Ahorita, si se lo regresan, yo estaría muy ansiosa y temo por la seguridad de mi sobrino muchísimo. Me arrancaría el corazón. Y yo creo que a mi tía y a mi tío también, porque han velado y han luchado por ese niño, darían la vida por ese niño”.