Tijuana, Baja California Norte.- Los dimes y diretes entre los candidatos Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya Cortés, de las coaliciones Juntos Haremos Historia y Por México al Frente, respectivamente, así como la intervención de los moderadores para evitar que los aspirantes a la presidencia de México respondieran a los temas con demagogia, fueron el centro del segundo debate.
A pesar de que el tema central estuvo relacionado a las políticas exteriores, las propuestas en favor de los migrantes, los candidatos se centraron nuevamente en la descalificación, más allá de las propuestas concretas para atender tales asuntos.
Aunque nuevamente la mayoría de las críticas de los candidatos se centraron contra López Obrador, el primer desencuentro se suscitó con Ricardo Anaya, cuando le recriminó que durante su gobierno en a Ciudad de México disminuyó la inversión y aumento el desempleo, a lo que éste lo calificó como “mentiroso y farsante”.
A pesar de responder las acusaciones de Anaya Cortés, el candidato de Morena-PT-PES no perdió los estribos e incluso bromeó al exclamar, “voy a guardar mi cartera”, cuando el abanderado del PAN-PRD-MC se le acercó para expresarle sus críticas.
Tras ello, el candidato presidencial independiente, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco” también entró a la disputa, aunque se limitó a comentar, “toy muy divertido”, en referencia a los dimes y diretes pronunciados por Anaya Cortés y López Obrador.
Un segundo momento de confrontación se suscitó cuando el moderador León Krauze forzó al candidato de la coalición “Todos por México”, José Antonio Meade Kuribreña, respondiera sin evadir si hubo tibieza durante el gobierno del presidente, Enrique Peña Nieto, para confrontar al actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump
Pese a que Meade Kuribreña se pronunció en favor de Peña Nieto, el candidato Ricardo Anaya nuevamente atacó, “no solo fue un error, fue una humillación al pueblo de México”, en referencia a la invitación que hizo el gobierno federal al entonces candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos.
Por su parte, El Bronco aprovechó para criticar a los tres candidatos emanados de partidos políticos, al expresar, “están engañando al pueblo, uno con amor y paz; el otro que no pudo con sus tres puestos, y el otro con sus hijos en Atlanta, en Estados Unidos”.
Una nueva confrontación entre Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador se suscitó más adelante, cuando el primero cuestionó al segundo sobre un proyecto de instalar una vía férrea en el Istmo de Tehuantepec, a lo que el segundo respondió, “Anaya es un demagogo, un canallita. Los dos, Anaya y Meade, pertenecen a la mafia del poder, los dos han llevado al país a la pobreza”.
Una vez concluido el desencuentro la moderadora Yuriria Sierra indagó a Ricardo Anaya sobre la legalización de la mariguana, y solicitarle una respuesta distinta a la del actual presidente del país, quien ha expresado que se debe consultar el asunto, sin embargo, el abanderado panista evadió una respuesta en favor o en contra, y repitió una respuesta al tema, ya expuesta por la actual administración federal. “Se tiene que abrir un debate en el país, no creo que legalizar una droga vaya a resolver los problemas de violencia”, dijo.
Un nuevo desencuentro se suscitó a partir de que Ricardo Anaya calificó como “vergonzosa” la comparación de Meade Kuribreña sobre el aumento de deportaciones de migrantes mexicanos en la administración de Barak Obrama, respecto a la de Donald Trump.
Anaya respondió, “se necesita ser cínico para ser presidente del Congreso y pedir el voto sin resultados en beneficio de los migrantes, sin conocer los consulados en Estados Unidos, solo Atlanta”, a lo que Anaya reviró “hipocresía es que se refieran a Atlanta y Meade se fue a estudiar a Estados Unidos con dinero del gobierno y el hijo de Andrés Manuel se fue a pasear”.
La acusación de Anaya provocó que López Obrador también respondiera, “es Ricui Riquín este canallín”, y posteriormente mostrara un reportaje de la revista Proceso en donde se acusa al candidato de Por México al Frente de poseer “turbios ingresos”, a lo cual agregó, “es un corrupto este señor engaña tontos”.
Un ataque más que le propinaron a López Obrador se refirió a su estado de salud, del que comentó, “estoy muy bien de salud, ahora quieren enfermarme, pero estoy muy bien, estoy bateando arriba de 300 y les voy a ganar, aunque se unan”.
Aunque los cuatro candidatos se pronunciaron en favor de respetar los resultados del proceso electoral y no emprender acciones que polaricen y dividan al país, no se desaprovecharon la oportunidad para continuar con sus señalamientos, criticas, y dimes y diretes los unos respecto de los otros.