Morelia, Michoacán.- La dupla del Club Automovilístico de Morelia (Camac) integrada por el piloto potosino Ricardo Cordero acompañado del coopiloto moreliano Marco Hernández, conquistaron la XXX edición de la Carrera Panamericana 2017, que tuvo como meta el centro Histórico de Durango, quienes lograron un destacado triunfo con su “Malditillo”, un veloz Studebaker 1953, con el que se llevaron el premio absoluto en la categoría Gran Turismo.
La competencia más importante de autos clásicos en el mundo partió de la ciudad de Querétaro, para luego surcar la ciudad de Puebla, enseguida la capital de México, llegar a Morelia y luego a Guanajuato, sumar otra etapa en San Luis Potosí y en la penúltima fase la ciudad de Zacatecas, para culminar en Durango con la última y sexta etapa y en la que participaron más de 70 pilotos de 10 países.
Con el sol a plomo y luego de un recorrido por la Sierra Madre en el trayecto de Durango a Mazatlán y de regreso, luego de cinco etapas, los pilotos del Camac arribaron a la Avenida 20 de Noviembre, donde la majestuosa Catedral era testigo de su triunfo y su celebración en Durango.
“El Espinazo del Diablo es uno de los tramos más técnicos y más difíciles que hay en todo México, creo que hicimos la diferencia desde el primer día, los demás son muy buenos pilotos, pero esperamos el próximo año llegar también primeros aquí”, dijo emocionado Cordero, minutos antes de la premiación.
Por su parte el coopiloto moreliano Marco Hernández expresó: “Estoy muy contento. Me sabe muy bien ganar mi segunda Panamericana. (Su primera fue con Ricardo Triviño, 2011). El mayor reto fue el día 2 en la etapa de Villa del Carbón el auto se calentó y a penas terminamos”, dijo.
Reveló que todo se definió en el catedral del ‘rallismo mexicano’, la espectacular y desafiante carretera de Mil Cumbres.
“Mil cumbres es nuestra favorita logramos muy buena ventaja ahí y fue fundamental para ganar la carrera. Ricardo estuvo excelente y se lució sobre piso mojado, fue la clave y nadie pudo con nosotros”, afirmó.