Morelia, Michoacán.- Pese al músculo político, al cachete repuesto y al buen color en el rostro que mostró Fausto Vallejo Figueroa el pasado miércoles en la plaza Melchor Ocampo, donde llenó con sus leales, la postulación del ex gobernador para la alcaldía de Morelia por el Partido Encuentro Social (PES) y el Partido del Trabajo (PT) parece desmoronarse.
Y es que, tras el registro formal de la coalición “Juntos Haremos Historia”, formalizada el pasado sábado y en la que lleva mano Morena con 49 candidaturas para municipios, entre ellos Morelia, ¡sí, leyó usted bien! Será el partido guinda y no PES ni el PT, quien pondrá al candidato para la capital del estado. No obstante, los dirigentes dichos órganos políticos no aclararon quién será el gallo para la máxima candidatura municipal de 2018.
En la lógica política, lo anterior implica que aquí alguien miente o aquí alguien sueña. ¿Y por qué? Apenas Vallejo Figueroa el lunes pasado alzó la mano para contender por quinta vez por la alcaldía de Morelia, inmediatamente el martes en Morena dijeron: nel; aunque no era condición para registrar la coalición, pintaron raya y cerraron toda posibilidad de abanderar al ex priista con las insignias lopezobradoristas al argumentar “su mal gobierno”.
En los patios del IEM dura fue la insistencia de los comunicadores que pedían a los jefes del PES y PT aclarar si continuaba firme la intención de abanderar a Vallejo Figueroa, y al de Morena si seguía firme en el “no”, pero nada; la retahíla de evasivas generó suspicacias e interpretaciones diversas: ¿accedería Morena a postular al ex priista? ¿Se le cayó la candidatura a Fausto? Ya veremos en desenlace en breve.
Piedra revienta a tijera
Ya lo escribió Lolita de la Colina: sin caballero no hay dama; y eso quedó en evidencia en la ruptura del Partido Nueva Alianza (NA) con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Michoacán, para el registro, ya no se diga del acta de matrimonio en una coalición electoral para 2018, sino de algo así como un noviazgo con derechos mediante la figura de candidaturas comunes.
Y no es para menos, pues la dirigente de NA, Araceli Martínez Méndez, se quejó amargamente de las desatenciones del dirigente del PRI, Víctor Silva Tejeda, quien a últimas fechas ni el teléfono le contestaba a la señora turquesa, que de paso reprochó que en la elección pasada en que cedieron votos al tricolor, se sentaron a malgobernar, dijo, y “ni las gracias” les dieron.
Por su parte, el jerarca del PRI reviró que NA -partido de cepa gordillista-, del que expresó solo quería los puntos tricolores para alcanzar el 3 por ciento de votos y recuperar el registro que perdió en 2015. ¡Vaya pleito!
Aunque este sábado en que venció el plazo para el registro de coaliciones electorales PRI y NA se dieron la espalda, y entre el berrinche, aseguran que contenderán cada uno por su lado el próximo 1 de julio, lo cierto es que entre pleitos maritales todo puede suceder, y es que, de acuerdo con el Código Electoral de Michoacán (IEM), los partidos políticos pueden registrar candidaturas comunes hasta un día antes de la elección. Veremos si hay reconciliación.
Tijera corta papel
Y también en el PRD se cuecen las habas, pues resulta sospechoso que los precandidatos al Senado de la República, Antonio García Conejo y Carlos Torres Piña, quienes han pronunciado que la contienda no dividirá al Sol Azteca, convoquen cada lunes a conferencias de prensa con escasos minutos de diferencia, que, dicho sea de paso, le dan al traste también a las declaraciones que emite el líder estatal de este partido, Martín García Avilés, quien también convoca en los mismos horarios.
Dicha situación no solo llena de declaraciones perredistas las ediciones de lunes y martes en medios de comunicación, sino que deja entrever una disputa interna fuerte, apasionada y que, en cada caso, hace su luchita para llevar agua a su molino, o mejor dicho, de obtener la candidatura.
Torres Piña le apuesta a que sea a través de la decisión del Consejo Nacional desde donde se defina el nombre del candidato que encabezará la formula al Senado, pues su corriente posee mayoría y ello le garantiza la candidatura, mientras que García Conejo se ha pronunciado porque se abra a elección, pues sabe que en este escenario sería más sencillo manipular los sufragios a su favor.
Lo cierto es que, mientras se define la candidatura, Torres Piña y García Conejo se meten el pie mutuamente los lunes, en sus llamados a la prensa para pronunciarse por cualquier asunto, mientras que entra el tercero en disputa -el líder estatal del PRD más inclinado hacia el lado del medio hermano del gobernador-, también emite sus opiniones los lunes, buscando aminorar la cobertura mediática al exdirigente del sol azteca.
Papel envuelve a piedra
Finalmente, para variar, en el PRI, los aspirantes a la candidatura por la alcaldía de Morelia han denunciado la posibilidad del “dedazo” en favor de la diputada federal Daniela de los Santos. Si bien la práctica del dinosaurio tricolor se remonta a la prehistoria de ese partido político, hay muchos aspirantes que ya exigen al líder nacional Enrique Ochoa Reza, garantizar la imparcialidad en el proceso de elección del abanderado y que el exgobernador Victor Manuel Tinoco Rubí y el lider municipal, Salvador Galván Infante, no apunten con el “dedazo” quién es la buena para los comicios en la capital del estado.
Y mientras varios aspirantes como Constantino Ortiz, Wilfrido Lázaro o el propio Guillermo Valencia solicitan la designación de acuerdo a los estatutos tricolores, piden desterrar el “dedazo” del prehistórico partido, este tecleador se despide diciéndoles, “ahí nos leemos el próximo lunes”.