Estados Unidos.-La gran celebración de los aficionados de las Eagles envolvió este jueves a la ciudad de Philadelphia por el primer título del Super Bowl LII en una jornada de fiesta multicolor por el centro de la ciudad, que fue tomada por cientos de miles de personas para vitorear a sus nuevos ídolos deportivos.
El gran sueño de los aficionados se vio cumplido cuando el domingo los Eagles derrotaron de manera sorpresiva por 41-33 a los Patriots de Nueva Inglaterra en el partido del Super Bowl que se disputó en el U.S. Bank Stadium de Minneapolis y pusieron fin a una larga espera de 58 años.
Las bajas temperaturas y los vientos gélidos no fueron impedimento para que los aficionados se asegurasen un puesto en el recorrido de más de 7,5 kilómetros que hicieron todos los componentes del equipo de los Eagles con su dueño Jeffrey Lurie a la cabeza, que comenzó cerca del estadio del equipo, el Lincoln Financial Field, y concluyó en las escaleras del Museo de Arte.
Las mismas que corrió el actor Sylvester Stallone, que representó el papel del boxeador Rocky Balboa, en la histórica saga de películas de “Rocky”.
Junto a Lurie, en el mismo autobús que encabezó el desfile, también se encontraban los mariscales de campo Nick Foles, Carson Wentz y Nate Sudfeld.
Lurie sujetaba un letrero en el que se podía leer “Thank You Fans” (Gracias Aficionados), mientras que Foles, ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) frotaba el trofeo Vince Lombardi de campeones del Super Bowl LII.
Los aficionados presentes en el desfile también pudieron disfrutar de un momento especial cuando el entrenador en jefe de los Eagles, Doug Pederson, que hizo su debut en el Super Bowl y superó al legendario Bill Belichick, de los Patriots, decidió bajarse del autobús para generar otra sorpresa.
Esta vez no fue en el campo con sus movimientos tácticos sino que sujetó el trofeo Vince Lombardi y se fue con él hacia los aficionados para que pudiesen tocarlo y tenerlo cerca, lo que generó un auténtico delirio.
Los organizadores confirmaron que esperaban a más de dos millones de personas, las que salieron a las calles de Filadelfia para participar en la celebración del desfile.
Algún festejo así no se daba en dicha ciudad desde el 2008 cuando los Filis originarios de Philadephia, equipo de béisbol de la Liga Nacional, ganó la Serie Mundial y también hubo cerca de un millón de personas que celebraron el triunfo.