Por: Javier Lozano
Muchos con los que he tenido oportunidad de intercambiar opiniones condenan y reprueban la actitud de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores. No era necesario llegar a ese punto, máxime porque la información que divulgó es, de acuerdo con los especialistas, una maquinación de alguien no muy astuto ya que dejó evidencias claras de una fabricación burda.
Basta con echar un vistazo a las imágenes para observar la pobre calidad de las capturas. El que lo hizo, trató de engañarnos porque cometió errores tan claros que, fácilmente, descifraron la maquinación. Si la consigna era dañar la imagen de Ricardo Monreal lo único que lograron fue fortalecerlo pues no sólo salió ileso, sino con mayor fortaleza para seguir enfrentado cualquier obstáculo que se presente en el camino por la sucesión presidencial.
Fue tan evidente el espectáculo mediático que montó la gobernadora de Campeche que ratificó la simulación que siempre anticipamos. De hecho, todos nos dimos cuenta de la vacilada que provocó el Martes del Jaguar que es, más bien, el show que finge ser un espacio cultural y democrático que adolece de credibilidad ya que solo es ensordecedor por el morbo que genera, pero que pone en tela de juicio su verdadero fin.
Recuerdo que, de más joven, algo semejante observé en los programas de Laura en América pues su contenido casualmente era similar siempre a la desgracia a través de un lenguaje para acaparar la atención del público. Sin embargo, era claro que, detrás de ello, había una maquinación distractora para hacernos pensar y que estuviésemos atrapados en el desenlace de la intriga.
Algo así preparó Layda Sansores con un espectáculo tan pobre. Sin embargo, eso hizo posible que Monreal mostrará su madurez y experiencia. Rápidamente replicó, pero lo hizo con mayor categoría y nivel de lingüística, sobre todo porque conoce, con fundamentos sólidos, que lo que se mostró fue una fabricación para golpearlo y debilitarlo en su legítima aspiración presidencial con Morena.
Aun así, Ricardo Monreal está firme y decidido a continuar la ruta presidencial con Morena. Sabe lo que ello significa, sin embargo, resiste la embestida. De pronto muchos pensaron que eso sería la gota que derramará el vaso, empero, la única razón o explicación son dos razones sencillas: la responsabilidad legislativa de seguir impulsando el trabajo como coordinador siendo, hoy por hoy, el gran arquitecto de las reformas constitucionales que propuso el presidente López Obrador.
La otra es que- esto equivale- a los años y años de lucha a favor de la causa que abandera López Obrador. De hecho, él sabe perfectamente lo que está viviendo en carne propia el coordinador de los senadores de Morena. No obstante, dará la cara para enfrentar esta batalla política.
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A propósito de ello, Ricardo Monreal adelantó que a Layda Sansores le responderá pero “con nivel”, por lo que informó que él, personalmente, prepara la redacción de la denuncia que presentará en contra de la gobernadora de Campeche, luego de que diera a conocer textos de presuntos acuerdos entre el senador y el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno.
Estoy revisando la jurisprudencia, precedentes legislativos y jurisdiccionales, para que pueda tener seriedad y consistencia la denuncia penal que presentaré en las Fiscalías, dijo el coordinador de Morena en entrevista.
Esto es un delito, no es necesario aprobar la ley de ciberseguridad para calificar como una conducta antijurídica las filtraciones de la gobernadora. El artículo 16 constitucional establece que todas las comunicaciones privadas son inviolables, salvo que exista un mandato judicial que ordene intervenirlas. Esa es la única excepción, explicó.
Monreal Ávila expuso: “Lo que me detiene aún en Morena es mi respeto por el Presidente de la República, porque él y yo iniciamos hace 26 años esta lucha, y no voy a salir por la puerta trasera de Morena, y no puedo admitir ser traidor porque piense distinto.
“Tengo mi criterio propio, mi autonomía de pensamiento, no creo en el pensamiento universal y no soy traidor por querer democratizar las decisiones de mi organización política”, sentenció.
Y fue a más: “Soy un hombre que cree en la democracia, soy un idealista que cree en la mejoría del país. No creo en el odio ni en el rencor, creo en la reconciliación y eso no me hace traidor a nada ni a nadie”.
Por último, Ricardo Monreal calificó de grave el cuestionamiento de Layda Sansores, en el sentido de que no sabe si está con Dios o con el diablo.
Estoy con Dios, soy católico. Ni siquiera acepto la mínima insinuación de que estoy con el mal. Trato y he tratado toda mi vida de estar con el bien, por eso soy creyente y no juego con eso, porque me parece de mal gusto, como dijo el presidente, puntualizó.