La degradación de la actividad parlamentaria de la LXXV Legislatura tejió entre las curules de los diputados salientes, historias de oprobio para Michoacán y su gente
Morelia, Michoacán.- A las 11:30 de la mañana de este viernes, la LXXV Legislatura local dio por concluidos los trabajos de su tercer año de labores, y con ello el cierre de su ciclo en Michoacán.
Sin aludir a los escándalos que los definieron, a ser aquellos que mayor monto de compromisos financieros han autorizado para Michoacán, al saltimbanquismo político que los caracterizó, al abultado número de asuntos pendientes que heredan, y al cuantioso monto de recursos que costaron al erario público, los diputados se ofrecieron a sí mismos un aplauso por el trabajo realizado.
Alguno emperifollados para la ocasión, otros más tejían nuevos horizontes para sus aspiraciones políticas, algunos, nostálgicos por la despedida de ingresos mensuales seguros por más de 400 mil pesos, se observaban resignados a ser tropa ciudadana sin derecho a picaporte.
Historias de oprobio de la LXXV Legislatura en Michoacán
La degradación de la actividad parlamentaria tejió entre las curules de los diputados salientes historias de oprobio para Michoacán y su gente, esos tan usualmente aludidos en discursos para justificar acciones que nada tienen que ver con el interés común y por las que el patrimonio de sus representantes populares suele incrementarse mientras dura el hueso.
Fieles a la naturaleza que los caracterizó, hasta el último momento pasaron por encima de su Ley Orgánica y de Procedimientos, evidenciando su voluntad expedida con cheque al portador o bajo la promesa de prebendas personales.
El desaseo para la elaboración del dictamen sobre las reformas federales al Poder Judicial fue la cereza que coronó el pastel cocinado por tres años con acuerdos políticos por encima de la norma, sin pudor y a sabiendas que la impunidad y el beneficio personal cura las heridas dejadas por la convicción y la honorabilidad amputadas.
La peor Legislatura sí, como la anterior fue la peor frente a las que la antecedieron, y como en la línea de tiempo del Poder Legislativo se han venido escribiendo las historias de cada Legislatura al paso de los años.
Y el horizonte a futuro en Palacio Legislativo, sigue sin ser promisorio.