Morelia, Michoacán.- La peluca no es un medicamento, pero sí cura el alma y alegra el corazón, más aún cuando la enfermedad que se padece es cáncer, una de las más corrosivas e “invasivas” que atacan no solamente a adultos, también a niños y son estos últimos quienes más la padecen.
En el marco del arranque del segundo taller para la elaboración de pelucas artesanales para enfermos oncológicos, con alopecia y niños quemados, María Dolores Maldonado Bautista, Coordinadora estatal del Banco y Taller de Pelucas Artesanales, hizo énfasis en que el compromiso de todos quienes participan en este taller es el de colaborar para “hacer feliz” a un enfermo.
Con ello, explicó que muchas veces son los propios padres, hermanos y otros familiares de los enfermos quienes donan cabello y elaboran las pelucas para sus pacientes, pues dijo “trae mayor satisfacción para ellos; incluso algunos de los enfermos vienen a hacer su propia peluca y saben que en la vida hay que dejar una huella de las cosas que nos hacen sentir mejores”.
Maldonado Bautista detalló que la elaboración de una peluca tarda entre cuatro horas y hasta dos semanas, depende del tamaño, y en este segundo taller, se pretenden elaborar poco más de 35 que se entregarán a diferentes pacientes no sólo de Michoacán, también de otras entidades del país.
Asimismo, adelantó que Michoacán ya cuenta con cuatro talleres: el de Morelia, otro en Jacona, Zitácuaro y Huetamo, donde también se elaboran las que llama “pelucas de la esperanza” que reiteró, llevan seguridad, confianza y felicidad a quienes las reciben.
Fue desde el 15 de febrero del año 2015 cuando se inició con este taller de pelucas artesanales. A la fecha se han entregado 365 pelucas en todo el territorio mexicano y también en Estados Unidos. Los costos por elaboración son entre 100 y 150 pesos, y se entregan de manera gratuita.