Morelia, Michoacán.- Es muy peligroso hablar mal de nuestra principal actividad económica, permítanme ponerlo de esta manera, la producción y comercialización del aguacate genera más de dos mil millones de dólares anuales, es la principal actividad económica que tenemos en Michoacán y atacarla frontalmente y hacerla la única causal de la deforestación de nuestros bosques puede ser peligroso, consideró el delegado de la Secretaría de Economía en la entidad, Salvador Abud Mirabent.
Ello, luego de que el gobierno de Michoacán, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático (Semarnacc), implementó los operativos contra las que llaman huertas “ilegales” de aguacate, desde el mes de febrero pasado. Acción, que ya tuvo consecuencias legales y quejas en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), contra la dependencia que dirige dichos operativos.
“El peligro es no solo en términos de medio ambiente, si no de posiblemente sufrir un veto de la comunidad y del mercado más importante que nos compra. Sin dudas las huertas ha sido un factor de ir consumiendo hectáreas de bosque porque no resultan rentables. Pero también hay una enorme actividad de tala clandestina, y yo no veo ni escucho que esté siendo señalada, en la zona de Ciudad Hidalgo, Zitácuaro, donde no hay aguacate pero si hay tala clandestina y es un ataque frontal a nuestros bosques, reitero, es peligroso atacar solamente a un frente”, consideró Abud Mirabent.
En ese sentido, el funcionario federal recordó que el 85 por ciento de la exportación de aguacate al mercado norteamericano es precisamente michoacano; por lo que de seguir con la misma línea de satanizar la producción aguacatera se podría tornar peligroso para los productores y la gente que vive de ello, es decir todos los jornaleros o empleados que tiene cada huerta.
Asimismo, refirió que el daño a los bosques michoacanos es un tema multifactorial, e insistió en que no se debe satanizar la actividad económica de producción aguacatera culpando únicamente a esta de la deforestación. Y ahí, señaló que Michoacán podría ser una “enorme y fortísima” potencia Silvícola, que dijo, no lo es porque no hay una actividad estudiada para explotar los bosques. “Sin embargo a mí me gustaría ver en la cárcel a varios talamontes y no los veo; veo que bajan y bajan camiones troceros y nadie los detiene”.
“Y la tala clandestina por ejemplo no es un tema de cambio de uso de suelo, es simplemente que está en la impunidad, ataquemos a todos los enemigos, las autoridades lo saben y veo peligroso atacar solo a la actividad productiva del aguacate”, expuso Salvador Abud; y es que Ricardo Luna García, titular de Semarnacc, ha dicho públicamente que el mayor problema de la deforestación en los bosques es justamente por el cambio de uso de suelo para hacer plantación de aguacate y la construcción de ollas de captación de agua para su riego.