El mismo día que el presidente López Obrador llevó a todo su gabinete de seguridad a la mañanera para destacar un “quiebre” favorable a la percepción de seguridad en el país, el Cártel Jalisco Nueva Generación asesinó a 13 policías estatales en el municipio de Aguililla, Michoacán.
La realidad es cruel con la 4T. La violencia no le da tregua a México, ni siquiera con los llamados que se hacen a los sicarios a pensar en sus mamacitas antes de matar.
Ésa es la verdad. Lo demás es bla bla bla…
Es cierto que la violencia es un problema heredado de administraciones anteriores. Lo dejaron crecer por miedo, incompetencia, complicidad. Nadie lo discute.
Pero también es cierto que, mes con mes, durante la gestión del actual mandatario se han roto récords de homicidios dolosos. Ya está muy perfilado el 2019 como el año más violento: 23 mil 700 homicidios a finales de agosto.
No sólo eso. Será el año con más carpetas de denuncias (un millón 353 mil 990 carpetas de investigación), según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
La cifra del SESNSP no pareció importarle mucho a Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana. En la mañanera de ayer hizo declaraciones de cómo ha evolucionado la “percepción” sobre seguridad en las entidades federativas.
A esas horas aún vivían los policías asesinados.
Gráficas en pantalla, Durazo decía:
“Hay un ligerísimo quiebre en el primer trimestre. Nada, absolutamente nada que presumir. Pero nosotros nos planteamos, desde el principio del gobierno, que lograríamos un punto de inflexión en los principales indicadores de seguridad.
“En el caso de las mujeres (bajó), de 82.2 a 80; 79.4 a 79.9 en general y, en el caso de los hombres, de 76.3 a 73.4. Lo importante no es la dimensión del cambio, sino el quiebre en la tendencia de crecimiento de la percepción de inseguridad”.
Pero las cifras dejan en el vacío sus palabras: de enero a agosto se contabilizan un millón 353 mil 990 carpetas de investigación iniciadas por homicidio, secuestro, extorsión, robos, narcomenudeo, trata de personas, lesiones dolosas, feminicidio, violencia familiar, abuso sexual y otros delitos del fuero común.
El secretario reconoce a Guanajuato, Baja California, Estado de México, Jalisco y Chihuahua como las entidades más violentas. Concentran el 41.5% de todos los homicidios del país.
El caso de Guanajuato es emblemático. Aparece como más violento. El huachicol acabó con la tranquilidad de sus habitantes. No se entiende, pues, que el gobierno haya retirado de esa entidad a los elementos de la Marina, los mejor preparados para enfrentar al crimen organizado, según el comando norte del Ejército de EU.
Y menos cuando aún no cuaja la Guardia Nacional y la Policía Federal fue desmantelada.
* La detención del subsecretario de Finanzas del GCDMX en la administración anterior, Hedilberto Chávez, puede ser un aviso para Miguel Mancera, “como los que le mandan todos los días”; nos dicen colaboradores del senador del PRD.
Y es que a los morenos no les gusta el G-4 (bloque opositor PAN-MC-PRI-PRD que se configura en las cámaras). Y a la minibancada amarilla le piden incluso voto diferenciado.
“Pero si ése es el precio, seremos víctimas. Si cedemos, no nos queda nada”, nos dijo el exjefe de Gobierno de la CDMX; quien ya se declaró dispuesto a comparecer sobre el caso.
* Nos sorprendió la encuesta Enkoll-La Silla Rota, que coloca a Yeidckol Polevnsky (32% de las preferencias) sólo cuatro puntos atrás del diputado federal Mario Delgado (36%) en la carrera por la Presidencia Nacional de Morena.
No son pocos los que ya dan por muerta a la presidenta en funciones del partido que encabezó la coalición que llevó a AMLO a Palacio Nacional.
Muy atrás Bertha Luján (20%) y Alejandro Rojas Díaz Durán (12%). Este último nos envió ayer un WhatsApp en el que asegura que Yeidckol no tiene ninguna posibilidad y que él va a dar la sorpresa con el triunfo. Veremos…