Nahuatzen, Michoacán.- Son mi sangre, estaban golpeados, muy golpeados y los dos sin saber por qué se los llevaron ahí. Dicen que los policías vieron cuando cerraron la puerta de la casa donde trabajaban y por eso fueron por ellos, tumbaron la puerta y les aventaron gas lacrimógeno, uno de ellos casi se ahoga con eso. Después los sacaron a golpes.
“Eran las cuatro de la tarde cuando nos enteramos de que hubo balazos en Arantepacua, mis hermanos Octavio y Mateo andaban trabajando por allá, son albañiles y estaban en una obra. Nos quisimos comunicar con ellos pero nunca respondieron, los anduvimos buscando y no los encontrábamos hasta que nos dijo gente que a lo mejor se los llevaron a Morelia”, cuenta José.
José es originario de Nahuatzen, hermano de Octavio y de Mateo, dos albañiles que fueron detenidos el pasado miércoles durante los hechos violentos que se registraron en Arantepacua. Mismos que trabajaban en una obra cuando escucharon las detonaciones y balaceras que ahí tuvieron lugar. Su reacción, fue la de entrar a la casa en la que estaban trabajando y cerrar las puertas para protegerse de alguna bala perdida.
A decir de José, las autoridades los acusan de portar armas de fuego largas y cartuchos y señala: “Les están sembrando esas cosas, yo conozco a mi familia y cuando nos dijeron eso ni siquiera sabíamos qué era un cartucho. De verdad que no sé qué pensar, me duele porque son inocentes. Voy a esperar de aquí a mañana y quiero que los liberen porque no tienen que estar ahí en ese lugar”.
Cuando José pasó a ver a sus hermanos, la escena que sus ojos captaron lo llenó de rabia y sobre todo de dolor, pues sus hermanos estaban golpeados. “¡Que mal de parte del gobierno que agarren gente que no tiene nada que ver con actos malos, gente como mis hermanos que solamente salieron a trabajar para tener el pan de cada día. Nosotros somos gente de trabajo, gente honrada que respetaba al gobierno y a las autoridades, pero ya no sé qué pensar, somos gente joven y sabemos que debemos mostrar moral y cultura pero a veces tratas de mostrar respeto a las autoridades y el gobierno no lo hace!”.
La familia de José ha esperado justicia e incluso no ha participado en las marchas y manifestaciones que se han realizado como protesta por los hechos ocurridos en Arantepacua, y es que la familia de José no quiere perjudicar a Octavio y a Mateo. “Pero es obvio que uno le tiene que agarrar coraje a las autoridades, digo, no es justo lo que hacen con ellos, por qué los agarran si no son delincuentes, por qué no van por los verdaderos malosos”.
Aunado a la situación que ya les preocupa, José detalla que cuando acudió a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), a preguntar si sus hermanos estaban ahí, lo que le contestaron terminó por fundar en él un “coraje” que dice le duele porque siempre fueron respetuosos de las leyes. “Expliqué que mis hermanos solo son trabajadores que fueron a buscar el pan de cada día y me contestaron: ‘Pagan justos por pecadores. Aquí vale madres, el que se apendeja cae’. Qué puedo pensar si me contestan de esa manera”, cuestiona José.
La familia de Octavio y Mateo tiene pruebas de que son inocentes, mañana en la audiencia con el Juez las van a presentar, pero tienen el temor de la advertencia que ya les hicieron “pagan justos por pecadores”. Aún con ello, José dice que van a aguantar y exigen que se abra una carpeta de investigación que realmente persiga a los verdaderos delincuentes y no a trabajadores inocentes.
“Estoy en desacuerdo con estas acciones, llevamos casi ocho días y no hay avance, nos ponen muchas trabas. Mis hermanos tienen 33 y 36 años, los dos son casados y el sustento de sus esposas e hijos. Nos preocupa eso, que solamente ellos arrimaban el pan de cada día en sus casas y ahora no sabemos cómo harán mis sobrinos y mis cuñadas. Pero esperaremos hasta mañana y si no, haremos presión. Si el gobierno no respetan las leyes, uno tampoco debe hacerlo”, exclama.