Por: Enrique Rivera Hernández
El termino outsourcing es lo que utiliza para hablar de la subcontratación, es decir que la empresa con la que se trabaja directamente no es quien realiza la contratación del trabajador, ni su aseguramiento social, sino que una empresa ajena a la que se le ofrece el servicio laboral es quien realiza la contratación directa del trabajador.
Dicho termino según algunos datos se comenzó a observar en nuestro País a partir de la década de los 70´s en los servicios de limpieza, seguridad y vigilancia, sin embargo a partir de la entrada en vigor del TLC en el periodo Salinista su expansión fue muy vertiginosa en industrias como la automotriz, la energética, la logística, los servicios y la agroindustria.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la subcontratación en 2014 durante el sexenio Peñista ocupaba el 16.6 % de la población económicamente activa y en 2019 en el sexenio actual la cifra aumento a un 17.9% de la población económicamente activa, para citar tan solo un ejemplo según datos del mismo INEGI en la Ciudad de México 1 de cada 4 trabajadores estaba subcontratado, sumando en general una cantidad de 1 millón 72 mil trabajadores bajo este régimen en 2018.
Así mismo datos del Instituto Mexicano del seguro Social (IMSS) con la figura de la subcontratación se evaden 21 millones de pesos anuales que podrían ser destinados a operar 210 clínicas de primer nivel o en su defecto 14 hospitales de segundo nivel.
La propuesta presentada en Palacio Nacional el día 12 de Noviembre del año en curso, plantea que las empresas empleadoras y prestadoras de servicios puedan programarse como “responsables solidarios” en cuanto al pago de las obligaciones patronales para con los trabajadores, así como del pago de la seguridad social, respetando todos los derechos laborales de los empleados, pues ha quedado de manifiesto que el Outsourcing afecta directamente a los trabajadores en sus prestaciones en la seguridad social, en el INFONAVIT y en el aguinaldo, ya que una de las áreas de evasión es la declaración de un sueldo menor del trabajador al percibido y devengado, ello sin mencionar que con la subcontratación afecta de manera implícita a la formación de sindicatos que puedan generar condiciones laborales de contrato colectivo y en la defensa los derechos laborales de los trabajadores.
Estas características laborales pueden afectar tanto a los trabajadores directamente como a la articulación social a partir de la subcontratación, pues con la inestabilidad laboral e incertidumbre salarial el trabajador puede presentar algunos trastornos emocionales como depresión, ansiedad o estrés, manifestándose físicamente en trastornos de sueño, taquicardia e hipertensión, ello a partir de la tensión vivida día a día o cada periodo de contratación, pues existen subcontrataciones que se realizan cada semana, cada 15 días, cada mes o cada 5 meses.
Todo lo anteriormente planteado puede impactar sociológicamente en la sensación de injusticia generando cierto resentimiento social.
Paradójicamente evitando consideraciones a lo anteriormente descrito en este texto, días posteriores a la propuesta realizada en Palacio Nacional y con un claro contrasentido el empresario de hoteles, corporativos, inmobiliarias, escuelas, constructoras, renta de autos y cadenas gasolineras José Arrellano Hernández expuso no estar de acuerdo en pagar el 10% de las utilidades generadas por las empresas a los trabajadores, así como un manifiesto desacuerdo con la propuesta del ejecutivo acerca de la regulación del outsourcing.
De tal manera que la propuesta de reforma laboral en cuanto al tema de la subcontratación es un todo un desarrollo que tiene que ver no solamente con una situación de justicia social, sino con una articulación de la justicia social con la dignidad de vida del trabajador, pues al poder brindarle las condiciones mínimas de bienestar a partir de su trabajo para poder asegurarle casa, vestido, salud, educación, alimentación y esparcimiento, se estaría brindado implícitamente las herramientas de una transformación social desde el bien común, pues el trabajador muy probablemente desempeñara mejor su función generando también patrimonio a las empresa que forjen las condiciones laborales adecuadas.
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