La disputa legal de Scarlett Johansson con OpenAI destaca la importancia del derecho a la publicidad.
Recientemente, OpenAI se vio obligada a eliminar la voz de ‘Sky’ de su versión actualizada de ChatGPT, tras cuestionamientos sobre su parecido con la voz de Scarlett Johansson.
La actriz solicitó aclaraciones al CEO de OpenAI, Sam Altman, mediante una carta, sobre la similitud en el tono de voz. Aunque la empresa lo negó, se sabe que previamente habían solicitado a Johansson que prestara su voz, y Altman mencionó al personaje de Johansson en ‘Her’ durante la presentación de Sky.
La situación se complica para OpenAI, que aún debe responder a Johansson. ‘Hay algunas medidas que puede tomar, pero la jurisprudencia respalda su posición’, comentó Purvi Patel Albers, de Haynes Boone, experto en marcas y derechos de autor.
Johansson podría apelar al derecho a la publicidad, que protege la identidad de las personas contra su uso no autorizado. ‘Si te apropias indebidamente del nombre, la imagen o la voz de alguien, podrías estar violando su derecho a la publicidad’, explica Albers.
Históricamente, celebridades han ganado casos legales defendiendo su voz como marca no registrada. En California, donde OpenAI tiene su sede, la ley protege la voz de individuos vivos de uso comercial no consensuado.
‘Una celebridad con una voz distintiva podía protegerse contra alguien que utilizaba un imitador de voz’, dice Christian Mammen de Womble Bond Dickinson.
Aunque Johansson no ha demandado a OpenAI, su voz en Sky ha generado comparaciones con la de la actriz, y hay indicios de que la voz del chatbot pudo haberse inspirado en ella.
‘La pregunta que debemos hacernos es ¿Por qué diablos OpenAI hizo esto? [Johansson] es una conocida defensora de la protección de sus derechos’, señala Albers.