La noche de este domingo, se cumplen 5 años del operativo de las fuerzas especiales de Estados Unidos que terminó con la muerte del máximo líder de al Qaeda, Osama bin Laden.
El presidente Barack Obama recordó ese día en una entrevista reveladora, inusual, en la que ha contado tantas cosas como puede.
El mandatario hizo un recuento de hechos y momentos de la operación que descabezó a la que, hasta eso momento, era la red terrorista que más preocupaba a las fuerzas contraterrroristas de Estados Unidos.
Obama dijo que las oportunidades para atacar a bin Laden eran tan raras que él estaba dispuesto a correr el riesgo del fracaso y la vergüenza internacional, en mayo de 2011, en lugar de esperar a otra oportunidad para enviar a sus fuerzas especiales, a los SEAL’s de la Marina, contra el hombre más buscado del mundo.
El presidente y los principales miembros de su círculo íntimo hablaron con Peter Bergen, de CNN, sobre el ataque en que mataron al autor intelectual de los atentados del 11 de septiembre de 2001 para el programa especial “‘Lo tenemos’: el presidente Obama, Bin Laden y el futuro de la guerra contra el terrorismo”, de “Anderson Cooper 360°”, de CNN, que será difundido este lunes a las 8 pm, hora del Este de Estados Unidos.
Es la primera vez que Obama se ha sentado con un periodista en el Situation Room para profundizar en los acontecimientos de ese día.
“Después de las conversaciones con los directores, estaba claro para mí que esto iba a ser nuestra mejor oportunidad de capturar a bin Laden”, le dijo Obama a Bergen.
Como sucedió con sus antecesores, se debatió si las oportunidades para acabar con el fundador de al Qaeda se volverían a presentar otra vez, y si fuese así, cuándo.
Obama dijo que una de las principales preocupaciones era qué pasaría si, de hecho, no se hiciera nada y entonces pudiera escapar. Y podrían pasar años antes de volver a tener otra oportunidad así.
El presidente dijo que él y su círculo más íntimo pensaron en lo que estaba en juego en un ataque contra bin Laden.
“Sabíamos que iba a causar algún retroceso significativo con Pakistán”, dijo Obama.
Y más allá del efecto diplomático, existía el riesgo de fracaso.
A pesar de los riesgos, el presidente le dijo a Bergen que se sentía seguro de que el equipo de las fuerzas especiales de la Marina, que voló a Pakistán esa noche sin luna, volvería.
“Tenía confianza de que nuestros chichos regresarían”, dijo Obama.