Foto: Internet

El candidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump podría haber evitado de manera legal pagar sus impuestos durante cerca de 20 años, al haber declarado pérdidas de 916 millones de dólares en 1995, publicó este sábado el periódico The New York Times.

El tema de los impuestos del magnate del sector inmobiliario es primordial y a la vez muy sensible. Trump siempre se negó a hacer públicas sus declaraciones de ingresos, un gesto que tradicionalmente hacen los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos con el fin de mostrar transparencia. Su rival demócrata Hillary Clinton lo ha hecho.

The New York Times informó que a través de una fuente anónima accedió a la declaración fiscal de Trump de 1995. Y afirmó que “declaró pérdidas de 916 millones de dólares”.

Si bien se desconocen sus ingresos tributables de los años siguientes, esta suma podría haberle permitido reducir legalmente 50 millones de dólares de sus ingresos tributables por año “durante 18 años”, es decir hasta 2013.

Las pérdidas abismales de Trump se podrían explicar, según The New York Times, por sus fracasos en el mundo de los casinos de Atlantic City, en la costa este de Estados Unidos, el sector hotelero y el transporte aéreo.

El candidato fue consultado sobre el artículo de The New York Times, pero no ha respondido. Su equipo de campaña publicó un comunicado que no hace mención a los 916 millones de dólares de pérdidas pero asegura que Trump es un “hombre de negocios talentoso” que “no paga más impuestos de lo que exige la ley”.

La campaña de Trump acusó a The New York Times de ser “una extensión de la campaña de Clinton, del partido demócrata y de sus intereses específicos”.

“La sola información de que ese documento fiscal viejo de 20 años fue obtenido ilegalmente, es una nueva prueba de que The New York Times, como todos los medios del establishment, es una extensión de la campaña de Clinton, del Partido Demócrata y de sus intereses específicos”, declaró el equipo de Trump en un comunicado.

“Conozco nuestras leyes tributarias mejor que ningún otro candidato a la presidencia y soy el único capaz de mejorarlas”, escribió Trump en Twitter.

Sus asesores adoptaron la misma línea de defensa.

“Es un genio”, declaró Rudy Giuliani, el exalcalde republicano de Nueva York, a la cadena ABC. “Es una aplicación perfectamente legal del código tributario, y él habría sido idiota de no aprovecharla”.

Repitiendo que el sistema tributario es “bizantino”, Chris Christie, el gobernador republicano de Nueva Jersey y presidente de su equipo de transición, declaró a la cadena Fox que “Donald Trump es la única persona que se ha comprometido a cambiar el sistema tributario en contra de sus propios intereses”.

 


¿Un genio?

El campo demócrata se regocijó con estas revelaciones que llevan agua al molino de Hillary Clinton. Durante el debate en el que se enfrentaron el lunes pasado ante 84 millones de personas, ella había destacado que el millonario no había pagado impuestos federales en 1978 y 1979.

“Eso significa que soy inteligente”, replicó entonces Trump, cuya fortuna está valorada hoy en 3.700 millones de dólares por la revista Forbes.

El portal Politico había informado en junio que el empresario parecía no haber pagado tampoco ningún impuesto en 1991 y 1993.

“Si todo el mundo en este país es un genio, no pagaríamos impuestos y no tendríamos país. Esto es escandaloso”, dijo este domingo a la ABC el senador Bernie Sanders, exrival de Clinton en las primarias demócratas, devenido en aliado.

El equipo de Clinton se dedicó a republicar el artículo en Facebook y Twitter.

“Aparentemente él evitó pagar impuestos durante casi dos décadas, mientras que decenas de millones de trabajadores pagaban sus impuestos. El llama a eso ser ‘inteligente'”, declaró el director de la campaña de Clinton, Robby Mook, en un comunicado, llamando al candidato a publicar íntegramente sus declaraciones de impuestos.

Estas revelaciones, aunque parciales, completan sin embargo el puzzle sobre la fortuna de Trump, que él destaca como prueba de su olfato, competencia y capacidad para reformar Estados Unidos.

Ellas deben alimentar los comentarios en un momento crucial de la campaña electoral, cuando Clinton, después de su exitoso desempeño en el primer debate televisado, retoma de nuevo la ventaja en los sondeos, con 44% de intenciones de voto contra 41% de Trump, en promedio.

El republicano, afectado por su actuación decepcionante, pasó en cambio la semana atacando a la ex reina de belleza venezolana Alicia Machado, que ha contado como fue humillada públicamente por Trump después de su victoria en el concurso Miss Universo debido a sus kilos de más.

Los dos candidatos debatirán de nuevo el domingo próximo. Decidido a tomarse una revancha, Trump ha amenazado con hablar de las infidelidades del ex presidente Bill Clinton.


Para más noticias dale Me Gusta a nuestra página