Aurelio Nuño es una de las cartas en el póquer que destapó Emilio Gamboa para la candidatura presidencial del PRI.
El hombre tiene claro que compite con José Antonio Meade, José Narro y Miguel Osorio.
El mismísimo presidente Peña nos confirmó que uno de los cuatro mencionados es el bueno, luego de la reunión que sostuvo hace semanas con decenas de comunicadores en el Salón López Mateos de Los Pinos.
El secretario de Educación sabe que en esto de la sucesión presidencial es mejor divertirse que angustiarse.
Ve con humor la versión de que tanto él como Luis Videgaray trabajan para la candidatura del secretario de Hacienda.
No necesita decirnos para darnos cuenta que ni se ha bajado de la contienda por la candidatura ni ha renunciado a sus aspiraciones. “Vamos a ver, ya no falta nada”, subraya.
- Rubén Cortés, director de La Razón, y este reportero lo entrevistamos para el programa Desde la Trinchera, que se transmitió anoche en ADN 40. El tema era la educación, pero los tiempos mandan.
Está en la jugada por la candidatura del PRI, aunque no figura como favorito.
Luego de dejarnos muy claro su agradecimiento con el presidente Peña por haberlo puesto a la cabeza de lo que llama “el proceso de cambio más importante del país”, habló de la sucesión presidencial.
“En todo este proceso hay mucha especulación. Tiene una parte muy divertida. Ya falta menos. Cuando llegue la decisión sabremos qué es lo que va a pasar. Uno tiene que hacer su trabajo y tomar con sentido del humor lo que está sucediendo.
“Ni preocuparse demasiado ni angustiarse. No distraerse de lo que uno hace”, puntualiza.
Cuando le preguntamos si le gustaría ser Presidente de México? Aurelio se puso colorado y rió:
“La liturgia tiene muchos lados. Quienes la conocemos estamos en lo que nos toca y ya hablaremos de lo que viene. Por supuesto que soy alguien que disfruta mucho el servicio público y me encanta la política.
“Tengo un gran compromiso con la educación. Todo el tiempo que yo pueda seguir sirviendo a mi país va a ser algo que sin duda disfrutaré. Ésa es mi vocación, ya veremos cuando llegue el momento…”. Hasta allí.
- Otra que aspira a la candidatura presidencial es Ivonne Ortega. La diputada con licencia y exsecretaria general del PRI está fuera de la baraja. Lo sabe. Quiere aparecer en la boleta sin haber recibido la bendición del sumo sacerdote de la liturgia del partido.
Es el rostro visible de los inconformes del otrora partidazo.
El martes pasado habló con el reportero en un café de chinos ubicado junto a la sede del CEN, en avenida Insurgentes Norte.
Lo hizo después de que entregó un documento en la Oficialía de Partes en el que pide “piso parejo” en la elección del candidato presidencial, que será por convención de delegados.
Sin vericuetos, afirma que ella no va a avalar una elección por aclamación. Quiere que los delegados se queden en su tierra y se vote en urnas.
La mujer considera un “insulto y una falta de respeto a la militancia” que se haya retirado del reglamento del partido la obligación de afiliarse al PRI, cualquiera que haya sido aceptado como candidato.
Con claridad subraya que su bronca no es ni con José Narro ni con Miguel Ángel Osorio Chong ni con ningún político (léase Manlio).
La muina que trae es con quienes controlan el partido.
Jura y perjura que no está sola en su cruzada contra el dedazo y que nos va a sorprender la amplitud de los apoyos que ha logrado: “Hay lo que no te imaginas”, subraya.
Para registrarse como precandidata del PRI a la Presidencia de la República tiene que reunir el apoyo del 10% de los militantes registrados en el padrón que tienen el INE. El porcentaje equivale a más de 600 mil priistas. Ahí la lleva.
- En el cuarto de guerra de Ricardo Monreal aplican la máxima de que “más vale Morena en mano, que mil frentes volando”.
Hasta nos recomiendan apostar por la permanencia del delegado en la Cuauhtémoc, al lado de Andrés Manuel López Obrador.
El humor cambió entre los monrealistas. Saben que El Peje tuvo un gesto de humildad con el zacatecano que no hizo ni con Cuauhtémoc Cárdenas: anunciar públicamente que le va a pedir que no se vaya con “la mafia en el poder”.
Eso lo valoró mucho el delegado.
Pero más allá de romanticismos, lo que se perfila parece ser consecuencia de que el famoso Frente Ciudadano por México no pasa de la etapa de las intenciones. Ya parece una entelequia.
Los acuerdos cupulares parecen diseñados para que la candidatura presidencial sea para Ricardo Anaya y la de jefe de Gobierno se asigne a Alejandra Barrales.
No tienen nada fuerte que ofrecer a Monreal, quien se verá nuevamente con Andrés, el próximo viernes, después del distanciamiento entre ambos.
El apetito por las candidaturas parece ser “kryptonita pura” —la expresión se la robé al vocero del PAN, Fernando Rodríguez Doval— para el parto definitivo de el FCM.
- Ya hay proyecto de convocatoria para nombrar al sucesor de Santiago Nieto en la Fepade. Sin el voto del bloque PT-Morena, la Junta de Coordinación Política, órgano de gobierno del Senado, aprobó el acuerdo bajo dos premisas: transparencia y máxima publicidad en el proceso, y que la elección se realice, a más tardar, en la última semana del periodo ordinario, que culmina el 15 de diciembre.
Nada más falta lo más difícil: que se pongan de acuerdo en el nombre. Se requiere de una mayoría de dos tercios de los senadores presentes para que la elección sea válida.