A pesar de conocerse infinidad de casos, la costumbre de dejar a niños dentro del carro mientras sus padres hacen un mandado “rápido”, todavía es muy común. Las consecuencias de dejarlos solos, especialmente en época de calor, pueden resultar realmente terribles.
Uno de los riesgos más comunes y graves es un golpe de calor o hipertermia, el cual pone el cuerpo de un niño a una temperatura de 40 grados centígrados o más. A este grado, los órganos de los niños se ponen en grave peligro, entran en estado de asfixia y pueden morir si no se les trata a tiempo.
Un dato muy importante que todo padre debe tener presente en esta época de calor, es que el cuerpo de los niños pequeños aumenta su temperatura hasta 5 veces más rápido que un adulto, lo que los vuelve menos resistentes a permanecer dentro de un lugar encerrado.
Otro dato que hay que considerar es que un carro estacionado aumenta 10 grados su temperatura cada 10 minutos. Lo que significa que dejar a un niño en esta condición es un riesgo contrarreloj.
Tampoco basta dejarlos con agua para que beban: el calor del sol disminuye de manera alarmante la falta de oxígeno dentro de un carro, por lo que no se reduce el riesgo de asfixia.
Otros riesgos más leves pero que no deben ignorarse son la deshidratación, dolor de cabeza y sangrado de nariz.
La mejor prevención es evitar esta costumbre de dejar a los niños dentro del carro, aunque creamos que no nos vamos a tardar. No arriesguemos lo más valioso que tenemos en la vida.
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