Santa Fe de la Laguna, Michoacán.- “En Santa Fe de la Laguna no vemos la muerte como un acto trágico, la muerte es una vida más profunda”, expuso Edgar Alejandre, joven originario de la comunidad.
Esta Noche de Ánimas, el hogar de Edgar veló al abuelo de la familia que por única ocasión se hace en casa y es debido a que murió en el transcurso del año, para el siguiente la velación será ya en el camposanto.
Edgar explicó que cuando una velación se hace en casa, hay invitados especiales y se trata de los padrinos de bautizo del difunto: “me vas a decir que por lógica ya debieron haber muerto, pero no, acá el padrinazco se hereda de generación en generación y al morir el ahijado, termina el lazo comunitario”.
Detalló que la ofrenda principal la ponen los padrinos y éste es el último compromiso que tienen con el ahijado; “es un parentesco, un ritual que se irme en las comunidades purépechas”.
El joven también señaló que en las comunidades originarias de la entidad la muerte se ve de manera distinta que en el sector urbano, pues para ellos significa reencontrarse con las personas que ya murieron a través de los frutos de la tierra y el trabajo.
Las ofrendas que en Santa Fe de la Laguna se colocan, Can de acuerdo sí a los gustos que el difunto tenía en vida, pero también a su oficio, en el caso del abuelo de Edgar, se colocaron herramientas del campo pues era agricultor y vasijas, ya que también fue artesano.