No son una característica fortuita ni de ornamento; conoce qué significan los niveles del altar de muertos
Morelia, Michoacán.- Los niveles del altar de muertos no son una característica fortuita o por ornamento, sino que corresponden a la cosmovisión prehispánica. Conoce su significado en México y, específicamente, en el estado de Michoacán.
Las civilizaciones de Mesoamérica dividían al universo en tres planos, que a su vez constituían una unidad en donde ninguno prevalecía sobre el otro: el estrato superior o cielo; el nivel medio o de la humanidad; y la parte inferior o inframundo, que era el reino de la oscuridad y de la muerte.
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Igualmente el pueblo tarasco, antiguo morador de lo que hoy es territorio michoacano, compartió esta misma concepción tripartita:
–Auándaro, habitado por los dioses celestes o engendradores representados por el Sol, la Luna, las estrellas, las águilas mayores y menores y otras aves del cielo.
–Echerendo, zona de las deidades terrestres que descendieron para convivir con las personas, al hacerse presentes en el fuego del hogar o en espíritus que moraban en los animales del monte, en el aire, en el agua de los lagos y ríos y en las grandes rocas.
-Y Cumiehchúcuaro, lo profundo de la tierra, residencia de los dioses que gobernaban el mundo de la muerte.
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El inframundo, denominado “infierno” en Occidente, era el equivalente al paraíso o cielo cristiano y se le consideraba espacio de deleite, pero se pensaba que ahí era Pátzcuaro, que se traduce como “lugar de la negrura”, el sitio de la noche, donde muere el Sol y reinan las sombras, pero que también se creía era la “Puerta del Cielo” para el ascenso divino y asiento temporal de Curicaueri, dios del Sol y del fuego, ahí adorado.
Así, los niveles de la tradición indígena del altar de muertos, representan los tres planos de la concepción universal.
Con datos extraídos del Boletín Informativo número 19 del Museo del Estado, publicado en agosto de 1999 y de la autoría de A. Patricia Mendoza Mendoza.