Morelia, Michoacán.- Cientos de niños morelianos se dieron cita en el centro histórico de la capital, dónde comenzaron a escribir sus cartas, pidiéndole a los Reyes Magos les trajeran algunos juguetes.
Atareados escribiendo se podía ver a varios pequeños, el lugar no importaba tanto, bancas, suelo, paredes, en la espalda de otros niños, lo importante era pedirle a aquellos hombres los juguetes deseados.
Los menos experimentados, dibujaban muñecas, carros, bicicletas, videojuegos y los más modernos un celular o una tablet, lo importante era mandar el mensaje, ya que es el día que se cumplen los sueños.
Padres acompañaron a esos niños en este gran anhelo, sus bolsillos resentirán esa gran lista de peticiones, aunque no todos se cumplan.
Las personas aglomeradas pedían que sus hijos fueran maquillados, para después recibir una carta dónde escribirían esas peticiones.
Esperaban con ansias la cabalgata de esos tres hombres que viajan desde muy lejos para traer sonrisas a los niños, algunos veían con asombro a esos tres señores con ropas holgadas.
A escondidas, los padres compraban aquellos juguetes deseados, corrían de un lado a otro preguntando el precio y seleccionado el artículo especial para los más pequeños de la casa.
Después de recibir el mensaje de los Reyes Magos, los niños junto a sus padres, se formaron para comer la deliciosa y tradicional rosca de reyes, devoraban cada pedazo con gran ilusión, esta vez, el muñeco les regalaría una sorpresa.
La noche terminó cuando el cielo se cubrió con cientos de globos que llevaban los sueños de todos esos pequeños, la ilusión de mañana poder despertar y ver un gran regalo para ellos.
Algunos, vencidos por el sueño se relajaban en los brazos de papá o mamá, esperando que sea mañana, deseando que aquel sueño dure unos pocos minutos para ver cómo esos hombres depositan en sus casas sus encargos.