Descubre ‘Los niños pidiendo posada’, un emotivo mural de Diego Rivera que refleja la cultura y la infancia.
En el mural ‘Los niños pidiendo posada’, Diego Rivera presenta una procesión de 26 niños, todos ellos morenos, algunos descalzos y otros con sandalias o zapatos.
Cada niño sostiene una vela en su mano derecha. A pesar de la noche fresca, se cubren con jorongos, rebozos o prendas tradicionales sencillas.
Cuatro de los niños mayores llevan el pesebre de José y María, quien está embarazada y porta al bebé Jesús.
Fusión de culturas
Este mural, pintado entre 1953 y 1954, refleja la fusión de las culturas prehispánica y española y destaca la vulnerabilidad de la niñez.
Rivera, reconocido muralista mexicano, exploró estos temas en un momento crítico de su vida, poco antes de ser diagnosticado con cáncer.
‘Los niños pidiendo posada’, financiado por McAshan Educational and Charitable, muestra a estos niños humildes en una luz de esperanza y espiritualidad durante la celebración navideña.
Junto a este, Rivera pintó ‘La piñata’, capturando el momento en que una olla adornada se rompe, derramando frutas y sorpresas para el deleite de los niños.
Ambas obras se pueden admirar en el Hospital Infantil de México Federico Gómez, gracias al patrocinio de la asociación McAshan Educational and Charitable, en honor a Susan McAshan.
El mural ha influenciado la cultura popular
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Además, el mural ha influenciado la cultura popular y el cine, como se ve en la película ‘Mi niño Tizoc’, donde se refleja la reflexión sobre la vida y el amor paternal a través de los murales de Rivera.
‘Los niños pidiendo posada’ es una de las últimas grandes obras de Rivera, realizada tras ser homenajeado por sus 50 años de carrera en el Palacio de Bellas Artes.
A pesar de su enfermedad, Rivera siguió creando, colaborando con el arquitecto Juan O’Gorman en proyectos como el Anahuacalli.