La música latina lamenta la muerte de Leo Dan, un ícono que dejó un legado imborrable.
La comunidad musical se encuentra de luto por el fallecimiento de Leo Dan, el emblemático cantante y compositor argentino que marcó un antes y un después en la música latina. Su verdadero nombre, Leopoldo Dante Tévez, el artista falleció tranquilamente la mañana del 1 de enero de 2025, en compañía del amor de su esposa y familiares cercanos.
“Esta mañana, nuestro amado Leo Dan dejó su cuerpo en paz y junto al amor de su familia. Así, volvió a la luz pura de su Padre Celestial, para guiarnos y cuidarnos desde el infinito. Invitamos a todos los que formaron parte de su historia y que fueron tocados por su legado, a celebrar su amor, su música y su vida”, fue el mensaje de su familia, lleno de gratitud y fe.
Nacido el 22 de marzo de 1942 en Villa Atamisqui, Santiago del Estero, Argentina, Leo Dan mostró desde pequeño un talento especial para la música, dominando instrumentos como la armónica, la flauta y posteriormente la guitarra. Su primer éxito, “Celia”, llegó en 1962 y dio inicio a una carrera exitosa y prolífica.
Durante más de seis décadas, Leo Dan produjo más de 70 álbumes y compuso cerca de 2000 canciones abarcando géneros como baladas, cumbia, pop rock, folklore y rancheras. Canciones como “Como te extraño mi amor”, “Te he prometido”, “Esa pared”, “Mary es mi amor” y “Sólo una vez” son solo algunos de sus éxitos más emblemáticos.
En 1966, se mudó a España y más tarde a México en los años 70, consolidando su estatus como una figura prominente en la escena musical de habla hispana. Temas como “Toquen mariachis, canten” y “Te he prometido” lo consolidaron como un ícono de la música romántica.
Reconocido en 2012 con el Premio Grammy Latino a la Excelencia Musical, Leo Dan dejó una huella imborrable en varias generaciones de artistas y oyentes. Su estilo, que mezclaba una sensibilidad romántica con una conexión emocional profunda, lo convirtió en uno de los cantantes más amados en la música latina.
En sus últimos años, Leo Dan luchó contra problemas de salud relacionados con la diabetes e hipertensión, pero nunca dejó de compartir su música y conectar con su público. Su valentía y compromiso con su arte fueron una fuente de inspiración para millones, incluso en tiempos difíciles.
“Con mucha paz en el corazón, recordamos y sentimos su profundo amor… por siempre”, expresó su familia, citando palabras de consuelo del Evangelio de Juan: “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque muera, vivirá”.
Aunque Leo Dan ya no esté, su música y su influencia perdurarán en el tiempo, recordándonos el poder del arte para unir y emocionar a las personas más allá de todas las fronteras.