El ex presidente de EE.UU., Jimmy Carter, muere dejando un legado de paz y humanidad.
Jimmy Carter, quien sorprendió incluso a su familia al llegar a la Casa Blanca, muere a la edad de 100 años; Durante su presidencia, Carter transformó las relaciones de EE.UU. con América Latina y, aunque muchos consideran que fue más efectivo como ex presidente, su legado sigue siendo impactante.
Carter, el presidente más longevo de la historia de Estados Unidos, murió este domingo.
Un hombre sencillo y honesto
Su vida fue una paradoja en muchos sentidos, destacándose más por sus acciones post-presidenciales que por su mandato entre 1977 y 1981, un periodo marcado por la Guerra Fría en el cual evitó conflictos militares y facilitó un importante acuerdo de paz en Medio Oriente.
Originario de Plains, Georgia, y nacido en una época de dura segregación racial, Carter llegó a la presidencia como un hombre sencillo y honesto, en un momento en que el país aún se recuperaba del escándalo de Watergate.
Aunque su mandato se vio afectado por problemas internos y una crisis de rehenes en Irán, lo que le costó la reelección, su carrera como ex presidente fue notable por su dedicación a los derechos humanos, la igualdad y la protección ambiental, lo que eventualmente le valió el Premio Nobel de la Paz en 2002.
Su extenso legado
Después de su presidencia, Carter regresó a su pueblo natal y mantuvo una activa presencia internacional.
Fundó el Centro Carter con su esposa Rosalynn, para combatir globalmente enfermedades, hambre y pobreza.
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Además, fue un mediador clave en conflictos internacionales y promovió la democracia y los derechos humanos en todo el mundo.
“Cuando le dije a mi madre que me lanzaría a la presidencia, ella me preguntó: ‘¿Presidencia de qué?'”, mencionó Carter en una entrevista.
A pesar de ser un desconocido en el ambiente político de Washington, Carter logró llegar a la Casa Blanca y dejar una huella imborrable en la política y la sociedad estadounidense.
A los 90 años, Carter anunció que había superado un cáncer cerebral, y en sus últimos días optó por cuidados paliativos, enfocándose en pasar sus últimos momentos en la tranquilidad de su hogar, donde también falleció su esposa Rosalynn.
Hoy, Plains llora la partida de su vecino más ilustre, mientras el mundo recuerda su extenso legado.