El pasado 12 de octubre se cumplieron 525 años de la llegada de Cristóbal Colón al continente americano. Sin duda alguna esta es una fecha que continúa creando polémica y por lo mismo se sigue prestando a muchas discusiones.
Por una parte, hay quienes sostienen que éste fue un evento que transformó la historia de la humanidad y una de las principales causas que ayudaron a propiciar la consolidación del mundo moderno. Sin embargo, otros sostienen que más bien ese evento únicamente trajo penurias a la mayoría de los pueblos originarios de América, sin mencionar que también aceleró el modelo de producción esclavista en el continente, lo cual también perjudicó a muchos pueblos del continente africano.
En el caso más concreto de América Latina, el aniversario de ese evento histórico ocurrido hace més de 500 años,debiera ser motivo de estudio y análisis detenido. Es importante que los distintos puntos de vista que existen del tema se escuchen, se estudien y en base a ello reflexionar muy bien sobre cuál fue el verdadero impacto que tuvo la llegada de Colón al “nuevo mundo”.
Por ejemplo, es completamente innegable que los soldados y exploradores enviados por España, y posteriormente Portugal, Francia, Holanda e Inglaterra, entraron en la región a base de la fuerza, sometiendo a la mayoría de las poblaciones con el uso de las armas, sin embargo también es un hecho que si esto no hubiese ocurrido tampoco se habría dado la difusión cultural que permitió la formación de Latinoamérica como la región que es hoy en día.
Esto último es quizá más compartido por aquellas personas de pensamiento “pro hispánico” o “pro europeo”, varias de ellas vinculadas al conservadurismo ideológico, quienes también indican que los españoles tuvieron una relación casi armónica con las poblaciones locales, pero evidentemente los que sostiene esto olvidan que los expedicionarios españoles cometieron matanzas en muchas zonas del continente, la masacre del templo mayor en territorio azteca es un ejemplo local de ello, pero hubo otras acciones aún más terribles como lo fueron el exterminio de pueblos y comunidades enteras del Caribe y de la zona del rio de la Plata, donde en esas regiones las autoridades españolas permitieron el exterminio de toda la población indígena.
Desde esa posición, en todo caso, lo único que quizá podría ser reconocido plenamente sería que la cantidad de indígenas perseguidos y asesinados por exploradores, soldados y/o autoridades del imperio español fue menor a la que hicieron otros imperios europeos, pero que al final de cuentas no reduce la responsabilidad histórica que en ese momento tuvo el imperio español.
Precisamente fue esa visión imperialista lo que incentivó al dominio de América por parte de los europeos, al final eran estados en expansión que competían entre sí por ejercer mayor poder en el mundo. No obstante, aun cuando el descubrimiento de América exacerbó el deseo imperialista de Europa, eso no quiere decir que en la América anterior a la llegada de Colón no hubiera imperialismo.
A veces, por condenar la llegada del imperialismo europeo a América, a muchos se les olvida que en el continente ya había estados consolidados en diferentes regiones y que algunos de esos estados ejercían prácticas imperialistas también.
El mejor ejemplo de esto último fue el imperio Mexica asentado en el Valle de México, quién aun cuando tenía un desarrollo cultural, tecnológico, económico, político y militar muy impresionante, ejerció un expansionismo a base de conquistas y sometimientos muy crueles; las autoridades mexicas obligaban a los pueblos vasallos a otorgarles tributos incluyendo también personas para sacrificios, sin mencionar que además practicaron la esclavitud. De hecho, los mexicas impusieron una especie de bloqueo comercial a la confederación tlaxcalteca, -pueblo que nunca accedió a someterse ante el imperio Mexica- en el que ningún pueblo vasallo de Tenochtitlán podía comerciar con los tlaxcaltecas, con el objetivo de estrangular su economía y así someterlos.
Por ende, decir que se han tenido 525 años de opresión, resulta cuestionable, en todo caso serían muchos más, ya que como se mencionó, había antes de la llegada de los europeos conductas imperialistas en varios estados de los pueblos originarios de América.
Con la llegada de los europeos, los estados indígenas fueron disueltos en su mayoría, y aquellos que eran pueblos vasallos de los estados imperialistas precolombinos pasaron a ser vasallos del imperio español.
En todo caso lo que debe ser condenable del 12 de octubre no debería ser estrictamente la exploración europea del continente americano, sino más bien el imperialismo ejercido por las naciones europeas frente a los pueblos de América y África, sin embargo si se expresa condena al respecto, también debe condenarse con la misma actitud las acciones de conquista y sometimiento que hicieron los imperios precolombinos a los pueblos vecinos con los que convivían.
Ante todo el imperialismo debe ser condenado provenga de donde provenga, sea ejercido por el país que sea, sin importar si esa nación es de Europa, América o de cualquier otra parte del mundo, solo hasta que el imperialismo sea derrotado por completo los diferentes pueblos y comunidades de todos los continentes podrán gozar de plena libertad y autodeterminación.