Y comienza la función…
Una combinación de sonidos proveniente de múltiples puntos estratégicos en el Auditorio de la Casa de la Cultura, dirigidos a tu oído y tú corazón, harían que cada parte de tu cuerpo lograra escuchar.
Con la producción a cargo de Emiliano López autor de más de 35 obras de arte sonoro y radioarte, sería imposible no caer ante la tentación del deleite musical.
Inevitable era el sentir, con los ojos cerrados,en un salón con obscuridad absoluta. Aquella obscuridad en la que tu sentido auditivo provocaría erizar los vellos de tu piel en respuesta a las vibraciones que circulaban.
Una combinación atrevidamente perfecta, al incluir en una misma pieza la intensidad de unos platillos, el acompañamiento fiel de un saxofón, escuchar la brisa del día a día, unas pisadas en un camino empedrado y una risa que comparte el buen humor.
El río corriendo, la dolce voce in italiano, el piano agudo y grave. “Sensazionale” la experiencia de rodear tu presencia física en una recopilación de dichos sonidos.
Dicen que en el escenario, el músico que presente su obra deberá imaginarse por sí solo en salón. Con la mirada perdida en la concentración de su mente y cuerpo, Gaspar Peralta nos logra adentrar en ese estado de abandono ante su habilidad en el teclado.
La rapidez de sus teclas, acompañado de un notorio sentimentalismo musical, fueron bases del deleite de esta presentación que proponía el recaude de propuestas contemporáneas para la música mexicana.
Una audiencia, que con la postura de su cuerpo y la mirada sobre aquel escenario tenue azulado y violeta, expresaban sin darse cuenta, la felicidad de poder presenciar estos juegos sonoros, fueron base fundamental del éxito de esta presentación musical.
Con un simple “Gracias” y una sonrisa abrazada de la sencillez, el músico dedicado a las prácticas sonoras experimentales y música contemporánea, Gaspar Peralta, culminaría el evento y, a su vez, la noche.