El que se vive en Michoacán, es un escenario adverso que se puede palpar, se puede sentir; representa pérdidas económicas muy importantes porque afectan la movilidad y la logística de millones de dólares y mercancías que se mueven en el estado, en el país y en el extranjero, consideró el delegado de la Secretaría de Economía en la entidad, Salvador Abud Mirabent.
En ese sentido, el funcionario federal expresó que a manera personal el conflicto magisterial en Michoacán es un tema de “poder y de dinero”, ya que más allá de ver peticiones positivas, ve pliegos petitorios de intereses personales. “Ojalá que las áreas a las que les toca negociar, resuelvan el problema por el bien de los que vivimos en este estado”.
Asimismo, llamó a la cordura de los líderes del movimiento magisterial para que se den cuenta de que bloqueando las vías férreas no solamente afectan al gobierno o a las grandes empresas, también a los pequeños y micro empresarios y a la calidad de vida de los michoacanos, que por este problema podrían perder sus empleos y dejar de percibir salarios.
“Son devastadores los efectos secundarios que esto puede tener y ni siquiera ellos mismos lo calculan, es entrar a un circulo vicioso que arroja pérdida de empleos. La gente necesita trabajo. Están afectando la economía de los pequeños pueblos, hay que recordar en Michoacán el 90 por ciento de las empresas son pequeñas y micros”, añadió Abud Mirabent.
Finalmente, enfatizó que es partidario del diálogo y que espera que las mesas de negociación que se montaron arrojen buenos resultados, pues lamentó que Michoacán pueda tener un escenario similar al que viven Oaxaca y Chiapas, derivado del conflicto magisterial, entidades en donde hay desabasto de alimentos y combustibles.
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