El Plan Nacional sobre Paz y Seguridad de AMLO, que presentó ayer Alfonso Durazo, ofrece una “amnistía condicionada” a la delincuencia para emprender un proceso de pacificación. El Plan de Paz propone “leyes especiales” que posibiliten el desarme de los criminales y la entrega de los infractores.
A los malosos se les ofrece reducciones de penas, amnistías condicionadas al perdón de personas y colectividades que hayan sido afectadas, según el próximo secretario de Seguridad Pública. En síntesis, se les propone “un cambio de vida”.
Un proyecto como ese requiere de negociaciones. La pregunta aquí es cómo se va a dialogar con los criminales. ¿Vía intermediarios? ¿Directo? ¿A través de los medios? ¿Cómo? El presidente electo ofrece transparencia. Ojalá cumpla.
- Otro punto que pondrá los pelos de puntas a las organizaciones pro derechos humanos es la propuesta de elevar a rango constitucional la permanencia en las calles de las Fuerzas Armadas, para combatir al crimen organizado.
Éstas quedarán integradas a lo que será la Guardia Nacional compuesta por “la policía militar, la policía naval y la policía federal”. El mando estará a cargo de la Sedena.
La existencia de la Guardia Civil española, de funestos recuerdos en la era de Franco, y de la Gendarmerie francesa, ambas dependientes de las Fuerzas Armadas, sirvieron de apoyo al alegato de AMLO.
“Vamos a dar un giro gradual, poco a poco, al Ejército. Que no sólo siga atendiendo lo relacionado con la defensa nacional, sino que de manera legal se ocupe también de la seguridad interior y la seguridad pública”, dijo el presidente electo. En las redes sociales ya hasta hay un hashtag #PlanNacionalDeMilitarización.
El anuncio de reformar la Constitución —algo que va más allá de la polémica Ley de Seguridad Interior, a punto de ser rechazada por la SCJN— lo hizo el propio AMLO.
“Necesitamos unir todos los recursos, las voluntades que se tienen. Actualmente, sólo se cuenta, de manera formal, con la Policía Federal y las policías ministeriales, las estatales y las municipales. La verdad hay mucha descomposición, falta de profesionalismo y de integridad en esos cuerpos policiales”, aseveró AMLO.
Ante la situación descrita, admitió que se tiene que buscar el apoyo de las Fuerzas Armadas. “La policía es optar entre inconvenientes”, justificó. “Hay que hacer una reforma constitucional. Ya no queremos la simulación. La propuesta es la creación de la Guardia Nacional”, manifestó.
Ésta quedará integrada por 50 mil elementos y será una entidad adicional a las Fuerzas Armadas. Paralelamente, serán reclutados otros 50 mil efectivos en las 266 regiones en las que quedará dividido el país. Nada dijo AMLO sobre la “amnistía condicionada” de la que habló Durazo. Prudencia obliga.
El presidente electo, eso sí, tuvo el cuidado de cerrar su discurso ofreciendo garantías: “Tengan la seguridad de que se van a respetar los derechos humanos.
“El próximo Presidente de la República nunca va a dar la orden para que el Ejército, la Marina o cualquier corporación policiaca se utilicen para reprimir al pueblo de México”.
- El 80 por ciento del Plan de Seguridad está basado en el combate de las causas. Estrategia preventiva: combate a la pobreza, atención a los jóvenes, abatir la corrupción.
“Lo fundamental es prevenir. El bienestar de la gente va a ayudar para garantizar y la tranquilidad”, dijo.
Por momentos, el discurso del presidente electo tuvo un tono místico. Habló del “bienestar del alma” y el fortalecimiento de los valores. Dijo que el mal no se puede enfrentar con el mal, que hay que hacer el bien.
“La violencia no se combate con la violencia”, repitió.
Un buen espacio lo dedicó a la familia. No queremos que los hijos se vayan de la casa, dijo. Y en lo que pareció una alusión a su hijo, añadió, entre risas: “Por eso, a veces, hasta se les pasa la mano…”.
“La familia en México es la mejor institución de seguridad social en el país. Una idea equivocada de la izquierda. Es un error dejar el asunto de la familia a la derecha”.
- Muy preocupados deben de estar los gobernadores de los distintos estados, en particular los de oposición, por las facultades que tendrán los llamados superdelegados del gobierno de López Obrador en las 32 entidades, de acuerdo la minuta sobre la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal aprobada el martes en San Lázaro.
Los delegados no tienen límites de mandato y estarán directamente subordinados al Presidente, dando a López Obrador el control directo sobre ellos. Tampoco hay candados que impidan se postulen como candidatos a la gubernatura, destacan los especialistas. En el pasado, el Ejecutivo tenía múltiples delegados por estado, enfocados en las responsabilidades de diferentes agencias.
“La idea de este cambio es tener un sólo delegado, conocido como superdelegado, que representará al Ejecutivo y controlará todos los programas federales a nivel local.
“Los superdelegados serán extremadamente poderosos y aumentarán el poder del gobierno federal sobre los gobernadores”, dicen los consultores de Eurasia.
Advierten: “La eliminación de los requisitos aumenta todavía más este poder, ya que el Presidente podrá designar a quien quiera sin restricciones”.
- El Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación se adelantó a la Austeridad Republicana impuesta por Morena en el sector público. Su presidente, Janine Otálora, anunció una reducción del 14 por ciento en su presupuesto para el 2019. Estamos hablando de 438 millones 693 mil pesos, según cifras del propio TEPJF.
Las reducciones anunciadas dejarán a los empleados del tribunal sin seguro de gastos médicos mayores o seguro de separación individualizada. El gasto corriente y de inversión resultará también afectado.
¿La Cuarta Pauperización?