En sesión realizada la madrugada de este miércoles, el Senado brasileño aprobó la destitución de Rousseff, acción que deja a la mandataria a un paso de perder el puesto que interinamente ocupa el abucheado Michel Temer.
Los legisladores aprobaron con 59 votos a favor y 21 en contra el documento que recomienda que la presidenta alejada de su cargo desde hace más de un mes sea llevada a juicio, esto después de más de 15 horas de sesión. Con esto, según O Globo, Dilma queda en condición de acusada en el proceso. El juicio final de la mandataria está previsto para finales de mes en el pleno del Senado.
Después de ser dado a conocer el resultado de la votación, el ex ministro José Eduardo Cardozo, responsable de la defensa de Dilma, dijo creer que todavía es posible revertir el “impeachment”, aunque reconoció que no será una situación fácil.
“Tanto del punto de vista jurídico, como político, ese resultado no necesariamente expresa el resultado final. En el pronunciamiento sabemos que aquellos que están en duda deben votar contra el acusado. Pero, en el juicio final, quien está en duda debe votar a favor del acusado… es un ‘in dubio pro reo’ (en la duda, favorecer al acusado)”.
En el documento que recomienda enjuiciar a Dilma, se asienta que la mandataria “atentó contra la Constitución” al practicar un atraso de pagos a bancos públicos para la ejecución de otros gastos; además se le acusa de emitir tres decretos de crédito suplementar sin la aprobación del Congreso. Los actos llevan a la comunidad internacional a pensar que Brasil “no es un país comprometido” con el orden financiero, señaló el senador Antonio Anastasia.
El juicio con el que se determine si definitivamente Rousseff será separada de su cargo está previsto para el día 29 y tentativamente tendrá una semana de duración. Sin embargo, aliados del presidente en ejercicio, Michel Temer, han presionado para que el enjuiciamiento sea anticipado.
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