Michoacán: un partido, dos visiones
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MORENA gobierna Michoacán y en los últimos meses se viene fortaleciendo como partido. Un elemento que suma a su favor es el triunfo de Claudia Sheinbaum como Coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, toda vez que en Michoacán, Claudia logró sumar muchas y diversas voluntades con lo que obtuvo aquí, el apoyo más significativo de todo el país. El otro elemento es la gran aceptación ciudadana que tiene el morenista Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador por el orden de los 70 puntos, y un tercero, que tiene que ver con la gran ventaja que Claudia Sheinbaum lleva, ya a estas alturas del proceso que apenas inicia, sobre la candidata de la derecha.

En Michoacán ya están también los aspirantes en el campo de batalla para luchar por la Coordinación Estatal de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación camino a representar a la coalición MORENA-PT-PVEM como candidat@s al Senado de la República: Raúl Morón e Itzé Camacho por un lado y Carlos Torres Piña y Giulianna Bugarini por el otro. Dos fórmulas, dos estrategias, dos proyectos.

Raúl Morón representa la izquierda social y la resistencia más consecuente y reconocida contra las políticas neoliberales en Michoacán y en buena parte del país, aunque no fue fundador de MORENA por cuestiones estrictamente coyunturales, siempre fue obradorista, cómo lo fue la bancada perredista de ese entonces con Alejandro Encinas, Adán Augusto López, Miguel Barbosa, Rabindranath, Salomón Jara y otros hoy distinguidos dirigentes de la 4T. Raúl Morón es hoy uno de los que acompañan a Claudia en la Coordinación Nacional y en Michoacán es un cuadro político de primera línea que no se rinde ni se quiebra ante los duros golpes que la vida y la política hay veces te propina, cómo ese atropello que sufrió en el proceso electoral del 2021 cuando el INE-TEPJF lo despojóde un triunfo inminente para la gubernatura del estado. No paró en ningún momento, en ningún momento dudó de su lealtad al proyecto que encabeza López Obrador y continuó luchando por un país de justicia e igualdades al lado de Claudia Sheinbaum.

Su lucha no fue por posiciones, no pidió ni acepto nada, después de ser traicionado por aquel al que le entregó la estafeta rumbo al gobierno del estado prácticamente ganado. Su determinación fue seguir organizando al pueblo, municipio por municipio, consolidar los principios y valores de la 4T, consolidar el movimiento para asegurar que nuestro país por ningún motivo tenga un retroceso en su camino hacia la justicia y la felicidad.

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De la otra pareja poco que decir, hasta hace poco adversarios de la 4T y con todo el poder y el dinero de su parte. Los pueblos siempre tienen la razón.

Un abrazo

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