Tan solo el año pasado llegaron más de tres mil 40 millones de dólares a la entidad, una cantidad similar al presupuesto
Morelia, Michoacán.- Pese a la política migratoria que implementó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en aquel país, los migrantes mexicanos y particularmente los michoacanos continúan enviando remesas suficientes a sus familiares, tanto que en el 2018 se registró a nivel nacional una cifra superior a los 33 mil millones de dólares.
En el caso de Michoacán, es una de las entidades que se posiciona en los primeros lugares de residentes en aquel país, pues prácticamente la mitad de los michoacanos vive allá, un aproximado de cuatro millones. Es así que en el 2018 enviaron más de tres mil 40 millones de dólares a la entidad, que multiplicados por el tipo de cambio es una cantidad similiar al presupuesto del estado.
A decir del titular de la Secretaría del Migrante, José Luis Gutiérrez Pérez, Michoacán recibe el 10 por ciento del total de remesas en México, es decir los michoacanos que residen en Estados Unidos han conservado su empleo, aún con el recrudecimiento de la política migratoria.
“La tendencia de remesas se mantiene a la alza, refleja que la economía sigue siendo una fuerte y que nuestros paisanos tienen trabajo y consecuentemente han aumentado las remesas, por eso seguimos enfocados a atender una política pública para un estado binacional”, explicó.
En ese contexto, descartó que las redadas masivas que fueron anunciadas por el presidente Trump la semana pasada, aún con la “peligrosidad” que representan, son anuncios que dependen del “estado de ánimo” del presidente estadounidense, e insistió en que de ser una situación de real preocupación los michoacanos y mexicanos migrantes en general no enviarían la cantidad de dólares que mandan a sus familias.
“Ha sido satisfactorio ver que ciudades como Los Ángeles, Chicago, Nueva York, San Francisco (…) no se sumaron a su campaña, esperemos que predomine la sensatez y saber que las economías de estas ciudades depende de las personas inmigrantes e indocumentadas. Sería peligroso que estas ciudades que siempre han mantenido una política amable a los migrantes, cambien”.
Gutiérrez Pérez, sí hizo énfasis en lo arriesgado y peligroso que significa el que los mexicanos y latinoamericanos en general quieran cruzar la frontera, más aún por el Río Bravo, pues recordó que en la temporada de lluvias, el río como cualquier otro es “traicionero” y los migrantes en su afán por llegar a Estados Unidos toman riesgos que terminan en desenlaces fatales.