Foto ilustración: Raúl Tinoco/ Contramuro

Morelia, Michoacán.- A pesar de la desarticulación del cartel de Los Caballeros Templarios, la operatividad del crimen organizado no cesa en Michoacán. Los líderes delincuenciales que sobrevivieron al combate emprendido por los grupos de autodefensas y las acciones efectuadas por la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral del estado, provocaron que estos conformaran sus células, de manera que ello fragmentó y dividió a los grupos criminales.

Algunos de estos líderes delincuenciales establecieron la operatividad de su célula en determinadas regiones del estado, mientras que otros se asociaron con alguno de los dos principales cárteles que se disputan el apoderamiento de la geografía michoacana: el Cartel Jalisco Nueva Generación y Los Viagras.

Esta lucha sin tregua ha motivado el aumento de enfrentamientos entre los grupos criminales y, por ende, las ejecuciones, que, de acuerdo con cifras publicadas por el portal electrónico Semáforo Delictivo, en los primeros seis meses de este año, en Michoacán se han registrado 639 casos, estadística que lo colocan en el cuarto lugar a nivel nacional, sólo por debajo de entidades como Veracruz, con mil 63 personas ejecutadas; Guerrero, con 959 y Guanajuato con 892.

Aunque la cifra oficial de homicidios dolosos reportados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) señala que en los primeros 6 meses de este 2017 se han registrado 616 asesinatos -la cifra más alta registrada en el comparativo del primer semestre de los últimos 5 años-, Semáforo Delictivo aduce, con base en el estudio que lleva a cabo Lantia Consultores, que Michoacán se coloca en cuarto lugar a nivel nacional, en cuanto al número de personas ejecutadas por el crimen organizado, y en sexto lugar a nivel nacional, en cuanto al porcentaje de ejecuciones relacionadas con la delincuencia organizada respecto del total de homicidios dolosos, con un 104 por ciento.

La cifra presentada por Semáforo Delictivo revela casos de ejecuciones que podrían no haber sido denunciados a las dependencias oficiales del gobierno de la entidad, situación que evidencia el por qué se reportan 639 caos de ejecutados, en contraste con los 616 homicidios dolosos notificados de enero a junio de este año.

El análisis de Semáforo Delictivo y Lantia Consultores detalla la tendencia de las cifras de personas ejecutadas de forma mensual, pues reporta un total de 112 ejecuciones registradas en enero del 2017, que ubicaron a Michoacán en tercer lugar a nivel nacional, solo por debajo de Guanajuato, con 124 y Guerrero con 117. No obstante, en febrero, la cifra de ejecutados en Michoacán aumentó a 123 personas, pero se ubicó en el cuarto sitio, debajo de estados como Guanajuato con 142; Veracruz con 137 y Guerrero con 128.
Para el mes de marzo, Michoacán reportó una cifra mayor respecto a enero, pero menor respecto a febrero, con un total de 116 casos que lo mantuvieron en el cuarto sitio a nivel nacional, por debajo de Veracruz, con 431; Guerrero, con 163 y Guanajuato, con 134. En tanto que, en abril, Michoacán reportó una estadística más elevada que los tres meses anteriores, con un total de 125 ejecutados y se mantuvo en el cuarto sitio, por debajo de Guerrero, con 178; Guanajuato, con 161 y Veracruz, con 141.

En mayo, la tendencia fue a la baja, pues el estado reportó 86 ejecuciones que lo situaron en quinto lugar, por debajo de Guerrero, con 179; Guanajuato, con 159; Veracruz, con 125 y Sinaloa, con 120, mientras que, para junio, la entidad registró la menor cantidad de casos en el estado, con un total de 77, que lo ubicaron en octavo sitio, por debajo de Guerrero, con 194; Guanajuato, con 172; Veracruz, con 146; Chihuahua, con 141; Sinaloa, con 135 y, Colima y Baja California, con 86 casos, respectivamente.

Pese a ello, la estadística total del primer semestre del 2017 coloca a Michoacán en cuarto lugar a nivel nacional, con 639 ejecuciones y en sexto lugar de número de ejecuciones por homicidio, con un 104 por ciento.

 

Aumento de ejecuciones en México, por guerra al narco

Las cifras publicadas por Lantia Consultores revelan una tendencia al alza en el comparativo con 2016, pues en el primer semestre de este año, en México se han registrado 8 mil 791 casos, mientras que el año pasado, la cifra cerró con un total de 12 mil 224, por lo que se prevé que al cierre de la presente anualidad podrían notificarse más casos que el año pasado.

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Sin embargo, la cifra más alta de ejecuciones perpetradas por el crimen organizado se registró en el año 2011, con un total 16 mil 987 casos, es decir, durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa como presidente del país.

La declaratoria de combate frontal a la delincuencia organizada emprendida por Calderón Hinojosa cuantifica 67 mil 831 ejecuciones efectuadas por el crimen organizado, mientras que lo que va del sexenio del actual mandatario federal, Enrique Peña Nieto, suman 48 mil 410 ejecutados.

De acuerdo con las cifras presentadas por Lantia Consultores, durante los últimos 2 sexenios, el 2011 fue el año que registró mayor cantidad de ejecuciones, con un total de 16 mil 987; seguido del 2010, con 15 mil 273; 2012, con 14 mil 887; 2016, con 12 mil 224; 2009, con 9 mil 614; el primer semestre de 2017, con 8 mil 791; 2015, con 8 mil 122; 2014, con 8 mil 4; 2008, con 6 mil 837; 2007, con 2 mil 828 y finalmente 2006, con 2 mil 119.

El reporte de Semáforo Delictivo y Lantia Consultores también indican que la tasa de ejecuciones en todo el país, del 2013, con un 9.5 por ciento, respecto del 2014, con un 6.7 por ciento, equivale a una disminución del 29.47 por ciento. Y en el caso de Michoacán, durante 2014, la tasa de ejecuciones por cada 100 mil habitantes fue de 11.3 por ciento que lo colocaron en séptimo lugar a nivel nacional, por debajo de entidades como Guerrero; Coahuila; Sinaloa; Morelos y Sonora.

El mismo indicador del 2014 pero enfocado a la tasa de homicidios sin crimen organizado, coloca sólo a Guerrero con un 15.5 por ciento por encima de la media nacional de 13.1 por ciento. El resto de entidades estaría por debajo y Michoacán cuantificaría 8.5 por ciento que lo colocarían en noveno sitio a nivel nacional.

El mismo caso de la tasa de homicidios sin relación con el crimen organizado en Michoacán, pero del año 2016, coloca a la entidad en vigésimo octavo sitio con un total de 1.84 por ciento de casos de homicidios por cada 100 mil habitantes.

No obstante, en 2016, la entidad se colocó en segundo lugar a nivel nacional, en cuanto al número de ejecuciones, con un total de mil 203 casos, sólo por debajo de Guerrero, con mil 847. Mientras que el porcentaje de ejecuciones por homicidios en el mismo año, el estado se colocó en cuarto lugar, con un 93 por ciento, por debajo de entidades como Baja California Sur; Quintana Roo y Aguascalientes.

Las cifras revelan que, tanto la estrategia de Felipe Calderón Hinojosa, como la de Enrique Peña Nieto en el combate al narcotráfico y al crimen organizado han fracasado, pues el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública detalla que en 2013 se registraron 45 averiguaciones previas por tráfico de drogas, 470 por producción de las mismas y 855 por su comercio. En 2014 se iniciaron 67 por tráfico de los enervantes, 434 por su producción y 843 por su comercio. En 2015 las cifras aumentaron a 77 averiguaciones por tráfico, 488 por producción y 974 por comercio.

Los homicidios más relevantes en los últimos 11 años

Aunque el procurador General de Justicia de Michoacán (PGJE), José Martín Godoy Castro -quien ocupa el cargo desde enero del 2014-, asegura que en el estado, la mayoría de homicidios dolosos están relacionados a desacuerdos de convivencia y no a la delincuencia organizada, mientras que el gobernador, Silvano Aureoles Conejo, insiste que la inseguridad y la incidencia delictiva van a la baja en el estado, tanto este último, como el secretario de Seguridad Pública (SSP), Juan Bernardo Corona Martínez, han admitido en innumerables declaraciones que aún prevalece la operatividad de células criminales, principalmente del Cartel Jalisco Nueva Generación y Los Viagras, en algunas regiones de la entidad.

Ello implica que gran número de asesinatos, centralmente de mandos de policías municipales; enfrentamientos; narcomenudeo, robo, secuestro, extorsión e incluso hasta bloqueos carreteros, son orquestados por los grupos criminales que prevalecen en determinadas regiones de la entidad, como la Costa, la Tierra Caliente de Apatzingán y la de Huetamo; la Ciénega, entre otras.

Aunque fuentes oficiales explicaron a Contramuro.com que las ejecuciones atribuibles al crimen organizado ahora se sellan con cuerpos desmembrados o calcinados, a diferencia de los meramente asesinados a disparos con arma de fuego, lo cierto es que gran cantidad de homicidios, particularmente de funcionarios, exfuncionarios, alcaldes, exalcaldes e incluso líderes criminales, se han realizado de esta última forma, poseen características de ejecuciones.

Así pues, desde el inicio del combate frontal a la delincuencia organizada emprendida durante el sexenio de Felipe Calderón y hasta el 2016, se han cuantificado 82 casos de asesinatos de alcaldes en funciones, electos y exalcaldes, y aunque la totalidad se ha registrado en 18 de los 32 estados del país, la mitad de los casos se concentra en las entidades de Oaxaca, Michoacán, Veracruz y Guerrero según un estudio realizado por la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC).

En el caso de Michoacán, son 11 los ultimados desde el 2006 a la fecha, de los cuales, 7 fueron ediles en funciones y 4 exalcaldes. En el primer caso se trata de Marcelo Ibarra Villa, edil de Villa Madero, asesinado en 2008; Octavio Manuel Carrillo de Vista Hermosa, ultimado en 2009; Gustavo Sánchez Cervantes de Tancítaro, en 2010; Ricardo Guzmán Romero de La Piedad, en 2011; Ygnacio López Mendoza y Wilfrido Flores Villa de Santa Ana Maya y Nahuatzen, respectivamente, en 2013 y Gustavo Garibay García de Tanhuato, en 2014.

En cuanto a los exalcaldes, se trata de José Vázquez Piedra de Turicato, en 2008; Mario Santos Gorrostieta Salazar de Tiquicheo, en 2009; Osbaldo Esquivel Lucatero de Buenavista, quien se desempeñaba en aquel entonces como diputado local del PRD, en 2013 y Rafael Ramírez Sánchez, de Sahuayo, ultimado apenas el pasado 14 de agosto de este año.

Sin embargo, en los dos últimos años, ya dentro de la administración estatal de Silvano Aureoles Conejo, suman 12 homicidios de servidores públicos con tintes de ejecuciones a manos del crimen organizado, de los cuales, sobresalen los casos de Lorenzo Rosales Mendoza, hermano del representante del Cartel del Golfo en Michoacán, Carlos Rosales Mendoza, “El tísico”, asesinado el 12 de agosto del año pasado en el municipio de Lázaro Cárdenas, donde hasta diciembre del año anterior se desempeñó como secretario del ayuntamiento de la presente administración municipal.

A este caso se suman los del subdirector de Prevención de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), León Cárdenas Sánchez, ejecutado a disparos de arma de fuego a la entrada del fraccionamiento Hacienda Los Viñedos, ubicado al poniente de la capital michoacana; ultimado el 12 de septiembre del 2016.

Enrique Rodríguez Rodríguez, mando regional de la Policía Federal Ministerial de la PGR en Michoacán, ultimado a tiros sobre la avenida Camelinas, a la altura de su entronque con la avenida Solidaridad, el pasado 13 de junio del 2017.

Rogelio Arredondo Guillén, director de Investigación y Análisis de la Fiscalía Regional de Morelia, asesinado por disparos de arma de fuego el 1 de julio de este año, cuando llegaba a una torre de departamentos en la ciudad de Morelia, a un costado de un centro comercial ubicado en Altozano.

Y finalmente el síndico municipal del ayuntamiento de Ario de Rosales, Noé Tapia Coria, asesinado a disparos a bordo de un vehículo, mientras salía de una unidad deportiva ubicada entre las calles prolongación de Allende esquina J. Múgica de la colonia Los Fresnos, el pasado 3 de agosto de este año.

A la par de los funcionarios, alcaldes y demás servidores públicos asesinados por lo que se presume fue la delincuencia organizada, se suman los asesinatos de Carlos Rosales Mendoza, ultimado el 28 de diciembre del 2015, tras acudir a una narcocumbre n el predio Las Cortinas, ubicado en el municipio Parácuaro.

Y posteriormente, el 4 de marzo de este año, José Carlos Sierra Santana, “La Sopa”, líder de la célula criminal La Nueva Familia Michoacana con operatividad en la región de la Ciénega y segundo mando de Los Viagras, liderados por los hermanos Sierra Santana, principalmente por Nicolás, “El Gordo o el Coruco”, falleció tras un enfrentamiento ocurrido en el municipio de Aguililla.

Militares asesinados en el combate al narco

La mayoría de elementos del Ejército Mexicano y la Armada de México han fallecido durante emboscadas o enfrentamientos con el crimen organizado, en total se cuantifican 522 elementos desde 2006 -al inicio del sexenio de Felipe Calderón-, hasta el 1 de agosto de este año, de acuerdo con el informe presentado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de su portal electrónico en el apartado de transparencia, titulado “Relación de personal fallecido en la aplicación de la campaña permanente contra el narcotráfico y la ley federal de armas de fuego y explosivos de 1 diciembre 2006 al 1 agosto de 2017”.

En el caso de Michoacán, se cuantifican 26 homicidios de elementos del Ejército, de los cuales, 3 son reportados como ejecutados y el resto fueron ultimados en agresiones con arma de fuego. En dicha cifra suman coroneles, 3 sargentos, 2 tenientes, 11 soldados y 8 cabos.

El primer caso se reporta el 1 de mayo del 2007, cuando pro medio de una agresión con arma de fuego, fueron asesinados un coronel diplomado de Estado Mayor, un sargento segundo y 3 cabos, en Caracuaro. Al año siguiente, el 6 de febrero del 2008, fue agredido con arma de fuego un coronel en Uspero.

Para el 11 de julio del 2009, un sargento primero y un cabo fueron ejecutados en Zamora, y posteriormente, un teniente fue agredido con arma de fuego el 26 de noviembre del mismo año en Buenavista. En tanto que, para el 7 de enero del 2010, un cabo fue asesinado con arma de fuego en Zamora.

El 15 de marzo del 2011, un teniente coronel también fue ejecutado en Zamora, mientras que, para el 24 de agosto, un soldado fue agredido con arma de fuego en Santa Clara del Cobre, seguido de otro soldado que fue agredido con fusil en Tancítaro.

El 4 de enero del 2012, un sargento segundo fue agredido con arma de fuego en Tangamandapio; otro soldado fue asesinado el 4 de abril fue ultimado en una agresión con arma de fuego; el 29 de septiembre del mismo año fue agredido con arma de fuego otro cabo en Zamora, y un caso más fue el de otro cabo fallecido también por agresión con arma de fuego en Ocampo, y finalmente, el último caso de agresión con arma de fuego en el mismo año se registró en Tepalcatepec el 30 de noviembre.

En 2013 un cabo falleció por disparos de arma de fuego el 25 de febrero del 2013 en Tepalcatepec; do soldados más fueron agredidos con fusiles, el primero en Zamora el 18 de septiembre, y el segundo en Apatzingán el 11 de diciembre.

Para 2014, también dos soldados fueron asesinados con arma de fuego, ambos en Apatzingán el 5 de enero del 2014, y en 2015, dos soldados más fueron ultimados con arma de fuego el 22 de enero en Yurécuaro, mientras que el último caso de una agresión a un militar se registró el 30 de agosto del año pasado en Apatzingán, cuando otro soldado fue asesinado.

 

Benjamín Álvarez es egresado de la Facultad de Filosofía "Samuel Ramos Magaña" de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). Ejerce el periodismo desde septiembre del 2008. Ha laborado en los medios informativos Cambio de Michoacán,...