Con 31 años de edad, Phelps cuenta con 18 preseas doradas. En Atenas 2004, el norteamericano ganó en seis competencias para su país. Cuatro años después superó a Mark Spitz en el récord mundial de medallas ganadas al colgarse ocho de oro en Beijing.
Para Londres 2012, bajó su rendimiento, pero subió a lo más alto del podio en cuatro ocasiones para convertirse en el máximo medallista olímpico de la historia.
El nacido en Maryland, Baltimore, tiene por delante una edición más de Juegos Olímpicos para que su medallero crezca aún más junto con todos sus récords. Phelps controla por completo sus movimientos dentro de la piscina, tanto que sus seguidores lo conocen como “El tiburón de Baltimore”.
Durante las cuatro citas veraniegas en las que ha participado Michael Phelps, los aficionados al deporte olímpico vivieron historias de superación y récords mundiales inimaginables. En el agua, Phelps otorgó alegrías a todos los espectadores que se hicieron presentes día tras día en los recintos para ver al mejor nadador del mundo colgarse una presea más.
Nadie duda de las capacidades de Phelps en su deporte. Un atleta que tuvo problemas con el uso de drogas, pero que reconoce su desliz y está listo para seguir colgando medallas en su historial como el mejor nadador estadounidense y el más ganador del mundo.
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