Ciudad de México.- Dentro de la coctelería, la mezcla que más polémica ha generado es la que se hace entre bebidas energéticas y alcohólicas.
Una bebida energética contiene ingredientes como taurina, guaraná, azúcar, vitaminas del complejo B y altos niveles de cafeína, esto es, entre 40 y 240 miligramos.
Aunque por sí solas, las bebidas energéticas son inofensivas si no se abusa de su consumo, combinarlas con alcohol puede ser delicado.
Por ejemplo, el conocido ‘Jägerbomb’ combina un vaso de ‘shot’ de licor de hierbas con una bebida energética; otros tragos contienen licores más fuertes como vodka, whiskey o tequila.
Sin embargo, consumir ese tipo de bebidas conlleva riesgos superiores al de un trago típico.
Un un estudio publicado el año pasado en la Revista Académica de Estudios sobre Alcohol y Drogas señala que existe una relación entre el consumo de alcohol con bebidas energéticas y los riesgos de sufrir alguna lesión.
Por lesión, el análisis distingue entre lesiones no intencionadas, como caídas, tropezones y accidentes de tráfico; y lesiones intencionadas como pelearse.
El ingrediente activo en esta ecuación, señalan los investigadores, es la cafeína. Mientras que el alcohol actúa como un depresivo en el sistema nervioso, la bebida energética hace lo contrario.
“Los efectos estimulantes de la cafeína pueden enmascarar el resultado que la mayoría de la gente obtiene cuando bebe alcohol. Normalmente, cuando estás bebiendo alcohol, te sientes cansado y te vas a casa. Sin embargo, las bebidas energéticas enmascaran eso, así que el individuo puede subestimar lo intoxicado que está, termina quedándose hasta más tarde, consume más alcohol y participa en comportamientos que implican riesgo y en prácticas peligrosas”, explica Audra Roemer, autora principal del estudio.
La doctora compara los efectos de una bebida energética a los que tiene la cocaína; claramente guardando las distancias con dicha droga.
“La cocaína es evidentemente un estimulante fuerte, y sentíamos curiosidad por saber qué ocurría con los estimulantes de nivel inferior y que están más aceptados socialmente. Me preguntaba si estarían teniendo un impacto similar, pero en menor grado”, expresó.
Por otra parte, un alto nivel de cafeína en el cuerpo puede ocasionar síntomas como nausea, ansiedad, dolor en el pecho y aumento de la presión arterial.